Una polémica nacional se ha desatado tras la difusión de una versión modificada del Himno Nacional Dominicano, escrita por una poeta que se identifica como afrolatina, lesbiana y activista.
El video, que circula en redes sociales, presenta una interpretación que mantiene la melodía original de José Reyes, pero sustituye la letra de Emilio Prud’Homme con versos centrados en la identidad de género, la comunidad LGBTQ+ y el respeto a la diversidad.
Reinterpretación con enfoque inclusivo
Entre las líneas más comentadas se encuentran frases como: “Quisqueyanas lesbianas alcemos nuestro grito con furia y tesón” y “Libertad es el respeto al humano, sea niña, niño o los dos”.
También se hace referencia a los padres de la patria, incluyendo a Juan Pablo Duarte y Matías Ramón Mella, desde una perspectiva de reinterpretación simbólica.
La autora busca destacar el legado histórico nacional adaptado a los valores de inclusión social, según se desprende de los mensajes en su cuenta de Instagram.
Reacciones encontradas
El video ha generado opiniones divididas. Algunos sectores lo consideran una manifestación legítima de libertad de expresión artística y reivindicación de derechos, mientras otros lo interpretan como una falta de respeto hacia los símbolos patrios.
Personalidades conservadoras y usuarios en redes sociales han exigido sanciones, alegando que se trata de una violación directa al texto constitucional.
Violación a la Constitución y la ley
El artículo 33 de la Constitución Dominicana establece que el Himno Nacional es “único e invariable”. Por tanto, cualquier modificación de su letra, aunque sea con fines artísticos, puede interpretarse como una infracción al ordenamiento jurídico nacional.
A esto se suma que el Código Penal contempla sanciones por actos que constituyan ultraje a los símbolos patrios, incluyendo el escudo, la bandera y el himno, lo que podría dar lugar a consecuencias legales.
Debate sobre los límites del arte y la ley
La situación ha reavivado el debate sobre los límites entre la libertad de creación y el respeto a los símbolos nacionales.
Mientras algunos activistas defienden el derecho a utilizar el arte como medio de denuncia social y visibilidad, juristas advierten que la protección de los símbolos patrios no puede ser relativizada.
El caso también ha puesto sobre la mesa el rol de las redes sociales como amplificadores de contenidos que desafían normas tradicionales, y cómo estos contenidos pueden generar choques culturales e ideológicos.
Un tema que sigue generando discusión
Hasta el momento, no se ha informado de una acción judicial en curso contra la autora del video. Sin embargo, diversas organizaciones han manifestado su interés en que el Ministerio Público investigue si se ha incurrido en una violación legal.
La discusión continúa abierta en la opinión pública, y se espera que en los próximos días surjan pronunciamientos de instituciones oficiales y defensores de derechos humanos en torno al alcance legal y ético de esta reinterpretación del himno.
– MÁS
– EXTERNO








Agregar comentario