Dary Terrero
Washington, D.C. – La vacuna contra el COVID-19 ya no será recomendada para niños saludables ni para mujeres embarazadas sin condiciones médicas preexistentes en Estados Unidos, según lo anunció el secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., en una decisión que ha provocado un intenso debate en el sector médico y sanitario del país.
Un cambio polémico en la política sanitaria
El anuncio fue realizado de forma unilateral, sin contar con el respaldo de los comités asesores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) ni de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), lo que ha encendido alarmas sobre la transparencia y base científica de esta nueva orientación.
Kennedy argumentó que “las vacunas contra el COVID-19 no han sido evaluadas con suficiente profundidad en niños y mujeres embarazadas sin condiciones previas” y que “la evidencia científica disponible no justifica su inclusión en los esquemas oficiales de vacunación para estos grupos”.
Reacciones divididas
Organizaciones médicas y científicas han reaccionado con preocupación ante la medida.
Diversas entidades de salud pública, incluyendo la Asociación Estadounidense de Pediatría y la Sociedad de Medicina Materno-Fetal, advirtieron que la decisión podría aumentar el riesgo de complicaciones por COVID-19 en sectores vulnerables que previamente se beneficiaban de la inmunización preventiva.
Por su parte, expertos en salud pública señalan que si bien la mayoría de los niños sanos no experimentan formas graves del COVID-19, los riesgos no son nulos, y que las vacunas habían contribuido significativamente a la reducción de hospitalizaciones pediátricas desde su aprobación.
Implicaciones para los estados
Aunque la política federal puede influir en los esquemas de vacunación estatales, cada estado mantiene autonomía para establecer sus propias guías.
Algunos estados han expresado que continuarán recomendando la vacuna para todos los grupos etarios y condiciones, mientras que otros ya han comenzado a reevaluar sus lineamientos a raíz del anuncio.
Un giro ideológico
La medida representa un giro ideológico significativo dentro de la política sanitaria del país. Kennedy Jr., conocido por sus posturas críticas hacia las farmacéuticas y su historial de cuestionamientos hacia algunas vacunas, ha generado reacciones encontradas desde su nombramiento.
Este nuevo paso refuerza su línea de acción enfocada en “libertad médica” y “cautela científica”, aunque ha sido fuertemente criticado por sectores que lo acusan de promover desinformación.
Qué pasará ahora
A pesar de esta exclusión del esquema oficial, las vacunas contra el COVID-19 seguirán estando disponibles para quienes las soliciten, tanto para adultos como para niños, en farmacias y centros médicos autorizados.
Las aseguradoras médicas también podrían ajustar sus coberturas en función de esta nueva orientación, lo que podría limitar el acceso gratuito para ciertos grupos.
El debate sobre los beneficios y riesgos de las vacunas contra el COVID-19 para la población general continúa abierto, mientras los científicos llaman a mantener la vigilancia sobre las variantes del virus y a priorizar la evidencia clínica en las decisiones de salud pública.
Agregar comentario