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Marian, una joven residente del sector La 40 en Jimaní, vivía con la ilusión de convertirse en madre por segunda vez.
Se encontraba en el tercer trimestre de su embarazo, con todos los preparativos listos para la llegada del nuevo integrante de la familia.
Esa noche de domingo, como cualquier otra, se fue a dormir sin imaginar que sería la última vez.
Una comunidad en shock
La mañana siguiente, su pareja intentó despertarla, pero Marian no respondía.
Al notar que algo no estaba bien, familiares corrieron a buscar ayuda médica de inmediato.
Los esfuerzos fueron en vano. Al llegar al centro de salud, se confirmó su fallecimiento.
La noticia causó un profundo dolor entre vecinos y allegados. Nadie podía creer que una vida llena de sueños se apagó tan repentinamente.
Salud materna en el foco
El caso de Marian vuelve a encender la alarma sobre la salud materna en las comunidades fronterizas.
Muchas veces, el acceso limitado a controles prenatales y atención especializada representa un alto riesgo para las embarazadas.
A pesar de los avances médicos, aún existen brechas considerables que afectan a zonas rurales y marginadas como La 40.
Las autoridades investigan
Hasta el momento, las autoridades no han ofrecido un informe oficial sobre la causa de la muerte.
Se espera que los resultados de la autopsia aclaren lo ocurrido durante esa fatídica noche.
Mientras tanto, se han iniciado investigaciones para determinar si hubo negligencia médica o factores externos.
Marian, una madre recordada
Vecinos describen a Marian como una mujer alegre, dedicada a su familia y con un corazón generoso.
Sus redes sociales estaban llenas de fotos del embarazo, mensajes de esperanza y agradecimientos por el nuevo ser que esperaba.
“Estaba emocionada. Tenía todo listo para el baby shower”, comentó entre lágrimas una amiga cercana.
Apoyo a la familia
Tras conocerse el fallecimiento, la comunidad ha unido esfuerzos para apoyar económicamente a la familia.
También se han ofrecido servicios religiosos y acompañamiento psicológico para los más afectados.
Organizaciones locales están solicitando mayor atención a los centros de salud del área.
Urge mejorar el sistema
Expertos en salud pública señalan que la muerte de Marian pudo haberse evitado con un seguimiento más cercano.
La falta de recursos médicos y personal capacitado influye directamente en el aumento de casos como este.
La prevención y la educación son claves para evitar más tragedias similares.
Este suceso se suma a las estadísticas preocupantes de mortalidad materna en la región.
Un llamado a las autoridades
Los residentes de Jimaní piden a las autoridades reforzar los servicios de salud, sobre todo en comunidades alejadas.
Además, reclaman que se garantice el derecho a una maternidad segura para todas las mujeres, sin importar su ubicación o condición económica.
La muerte de Marian no debe ser solo una cifra más. Su historia debe convertirse en impulso para mejorar las condiciones actuales.
–MÁS
Dary Terrero
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