Dary Terrero
La Comisión Especial de la Cámara de Diputados reveló graves irregularidades en la Cámara de Cuentas, señalando a su vicepresidenta, Elsa María Catano Ramírez, y a su presidente, Janel Andrés Ramírez Sánchez.
El informe detalla alteración de documentos, manipulación de resoluciones, archivado de auditorías y maltratos dentro de la institución.
Las acusaciones contra Catano Ramírez incluyen la modificación de actas y la inserción de decisiones sin aprobación del Pleno.
Se le imputa firmar actas con fechas alteradas y excluir votos disidentes en resoluciones clave.
Además, la comisión denuncia que participó en sesiones irregulares donde se tomaron decisiones administrativas sin cumplir con la normativa legal.
Manipulación y abuso de poder
Según el informe, Catano Ramírez delegó funciones sin autorización y envió información clasificada al Congreso sin el debido proceso.
Estas acciones podrían violar varios artículos del Código Penal y de la Ley 10-04 de la Cámara de Cuentas.
El documento también expone la conducta de Janel Ramírez, acusado de archivar informes de auditoría con evidencias de malversación de fondos.
Estos documentos, según la comisión, nunca fueron discutidos ni analizados antes de su cierre.
Presupuesto mal ejecutado
Durante la gestión de Ramírez Sánchez, la ejecución presupuestaria de la Cámara de Cuentas fue deficiente.
En 2021, de RD$1,674 millones asignados, solo se utilizó el 54%, dejando un sobrante millonario sin ejecutar.
En 2022, la situación se repitió con un 68% de ejecución sobre un presupuesto de RD$1,474 millones.
Estos datos refuerzan las acusaciones de negligencia administrativa.
Maltrato y acoso
El escándalo también incluye denuncias de acoso laboral. Tomasina Tolentino, secretaria de la institución, reveló que Ramírez Sánchez insultaba a las mujeres de la Cámara de Cuentas, llamándolas «ratas», «cucarachas» y «perras» en reuniones generales con los auditores.
Según su testimonio, el trato hacia las mujeres era degradante, con comentarios constantes como «cállese, aquí usted no es nadie» y «haga lo que se le dice, que para eso le pagan».
Estas declaraciones forman parte de una investigación más amplia sobre el ambiente tóxico dentro de la entidad.
La Cámara de Diputados ahora debe decidir si recomendará sanciones contra los funcionarios involucrados.
Mientras tanto, las acusaciones generan incertidumbre sobre la transparencia de una institución clave para la fiscalización del Estado.
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