El sector Pekín, ubicado en la zona sur de Santiago, continúa envuelto en protestas por segundo día consecutivo, en medio de crecientes denuncias contra agentes de la Policía Nacional.
Desde el miércoles en la tarde, moradores del barrio se han lanzado a las calles exigiendo respeto a los derechos humanos, denunciando operativos agresivos, golpizas y detenciones sin justificación.
Quema de neumáticos y cierre de calles
Los reclamos iniciaron con quema de neumáticos, lanzamiento de escombros y bloqueos de varias calles principales, lo que obligó a desviar el tránsito en algunos puntos.
Durante las protestas, se escucharon disparos y se observaron enfrentamientos entre jóvenes del sector y miembros de la Policía, quienes utilizaron gases lacrimógenos para dispersarlos.
Al caer la noche del miércoles, las tensiones se mantuvieron, y este jueves amaneció con la presencia de unidades policiales en puntos estratégicos, mientras grupos de manifestantes reaparecían con gritos de consignas.
Denuncian atropellos a jóvenes
La principal queja de los residentes gira en torno a presuntas redadas sin orden judicial, maltratos físicos y psicológicos a jóvenes, y detenciones consideradas arbitrarias por sus familiares.
“Aquí no hay seguridad, lo que hay es miedo. Entran a las casas sin permiso y golpean a quien se le cruce”, dijo un hombre que prefirió no revelar su nombre por temor a represalias.
Los vecinos aseguran que las acciones de los uniformados se han vuelto cada vez más violentas, afectando incluso a personas que no tienen antecedentes delictivos.
Operativos cuestionados por la comunidad
Aunque la Policía ha intensificado los patrullajes en la zona como parte de sus acciones contra el microtráfico, muchos aseguran que estas intervenciones se han desviado de sus propósitos y terminan vulnerando los derechos ciudadanos.
La situación ha provocado la paralización parcial de actividades comerciales y escolares, mientras padres y madres se niegan a enviar a sus hijos a clases por temor a posibles altercados.
Algunos residentes han solicitado la intervención del Defensor del Pueblo, organismos de derechos humanos y las autoridades del Ministerio Público para que investiguen lo ocurrido y garanticen el respeto a la legalidad en los operativos policiales.
Exigen respeto y soluciones
Los manifestantes afirmaron que no cesarán las protestas hasta que las autoridades escuchen sus reclamos y se comprometan a establecer controles sobre los agentes que actúan en la zona.
“Queremos presencia policial, pero con respeto. No somos delincuentes. Somos trabajadores, padres de familia y ciudadanos que exigimos dignidad”, expresó una joven madre mientras mostraba marcas de impactos de perdigones en una pared de su vivienda.
Mientras tanto, grupos comunitarios y líderes barriales organizan una reunión para establecer un pliego de demandas que será entregado a las autoridades provinciales y nacionales.
El conflicto en Pekín se suma a otros casos recientes de denuncias por abuso policial en distintas provincias del país, lo que vuelve a poner en el centro del debate la necesidad de una reforma profunda en los protocolos de actuación de los cuerpos de seguridad del Estado.
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