Dary Terrero
Santo Domingo. — El presidente Luis Abinader y el secretario de Estado de los Estados Unidos, Marco Rubio, sostuvieron este jueves una conversación oficial centrada en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales y la búsqueda de soluciones conjuntas ante desafíos regionales, especialmente la inmigración ilegal.
Rubio, designado recientemente como secretario de Estado, solicitó el encuentro con Abinader como parte de una serie de acercamientos estratégicos para abordar la crisis migratoria que afecta a varios países del hemisferio occidental. Su llamada refuerza el papel clave que la República Dominicana juega en la frontera con Haití, un punto neurálgico de atención internacional.
Durante el diálogo, ambos líderes reafirmaron el compromiso común con la estabilidad regional y con el desarrollo de una agenda de cooperación en temas de seguridad, control fronterizo y gobernabilidad democrática.
Marco Rubio busca alinear estrategias migratorias
La conversación fue solicitada directamente por Marco Rubio con el objetivo específico de conversar sobre la situación migratoria en la isla, reconociendo el liderazgo de República Dominicana en la gestión de esta crisis.
Rubio expresó su preocupación por el deterioro de las condiciones en Haití y el impacto que esto tiene sobre la región.
Al mismo tiempo, reconoció que la presión migratoria no puede ser enfrentada de forma unilateral por la República Dominicana, razón por la cual se comprometió a seguir impulsando asistencia internacional.
Abinader reiteró que su gobierno mantiene una postura firme de defensa de la soberanía nacional, aplicando medidas de control migratorio que respetan los derechos humanos y las normas nacionales, pero exigiendo mayor implicación de la comunidad internacional.
Seguridad regional y lucha contra el crimen organizado
En la conversación también se abordó el incremento de amenazas transnacionales que afectan al Caribe, incluyendo el narcotráfico, la trata de personas y el tráfico de armas.
Abinader explicó los avances del Plan Nacional de Seguridad Ciudadana y los esfuerzos por fortalecer las instituciones judiciales y policiales.
Rubio manifestó su respaldo a estas iniciativas y resaltó la importancia de compartir inteligencia y tecnología entre ambos países, así como mantener programas conjuntos de entrenamiento para cuerpos de seguridad y migración.
Ambos coincidieron en que el fortalecimiento institucional es clave para mantener la gobernabilidad y contener las amenazas que surgen a partir del colapso del Estado haitiano.
Haití y el papel de la comunidad internacional
Luis Abinader insistió en que la crisis haitiana debe ser atendida con carácter de urgencia.
Agradeció el apoyo estadounidense a la misión multinacional liderada por Kenia, aunque subrayó la necesidad de asegurar mayores recursos y compromisos por parte de los países donantes.
Marco Rubio, quien ha sido una voz influyente en la política exterior estadounidense, coincidió en que la estabilidad de Haití no solo es un imperativo humanitario, sino un factor determinante para la seguridad de toda la región.
Se comprometió a seguir gestionando apoyo financiero, técnico y político a la misión en Haití y a trabajar con organismos multilaterales para una solución duradera.
Reafirmación de la alianza estratégica
La llamada entre ambos líderes deja claro que la relación entre República Dominicana y Estados Unidos se encuentra en un momento de madurez diplomática.
Tanto Rubio como Abinader se mostraron dispuestos a seguir profundizando esta cooperación, entendiendo que los desafíos actuales requieren de alianzas sólidas y respuestas coordinadas.
Estados Unidos continuará considerando a República Dominicana un socio prioritario en el Caribe para implementar soluciones conjuntas en materia migratoria, seguridad y desarrollo sostenible.
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