Una parte del techo del Centro Educativo Fidelina Matos, en el distrito municipal de La Guázara, provincia Barahona, se vino abajo este miércoles, generando alarma entre estudiantes, padres y docentes.
El incidente, ocurrido en horario escolar, no provocó heridos, pero dejó al descubierto serias fallas estructurales en la infraestructura del plantel.
Docentes y padres exigen intervención urgente
El desprendimiento del empañete del techo se produjo en una de las aulas que alojan estudiantes de nivel básico.
Afortunadamente, los alumnos no se encontraban en ese espacio al momento del desplome, lo que evitó consecuencias mayores.
Padres y maestros expresaron preocupación por la seguridad del centro, que ya había presentado signos visibles de deterioro en techos y paredes.
Varias áreas muestran grietas, humedad y desprendimiento de materiales, sin que las autoridades educativas hayan tomado medidas preventivas.
Riesgo latente en planteles escolares
El Centro Educativo Fidelina Matos no es el único que atraviesa condiciones críticas en Barahona.
En distintas comunidades, decenas de escuelas públicas operan con estructuras vulnerables, muchas sin mantenimiento adecuado desde hace años.
“Tememos por la integridad física de nuestros hijos. Aquí hay filtraciones constantes y partes del techo están debilitadas. Esto no es un accidente aislado, es una advertencia”, declaró un representante de la Asociación de Padres.
La caída del empañete se suma a una serie de incidentes recientes en centros escolares del país, donde se han denunciado filtraciones, instalaciones eléctricas defectuosas y daños estructurales sin respuesta oficial inmediata.
Comunidades reclaman acciones concretas
Vecinos de La Guázara, junto a las autoridades del centro, llamaron al Ministerio de Educación a realizar una evaluación técnica completa del plantel.
Solicitan la reparación urgente del techo, así como una intervención estructural más amplia que garantice condiciones seguras para la enseñanza.
El temor colectivo es que la falta de acción pueda derivar en una tragedia si continúan las operaciones sin correctivos.
“No vamos a esperar que pase lo peor para actuar. Las escuelas deben ser espacios seguros, no zonas de riesgo”, reclamó una madre en medio de la protesta espontánea realizada este jueves.
Educación en crisis infraestructural
A nivel nacional, el colapso de techos en planteles educativos evidencia un patrón preocupante.
El envejecimiento de la planta física, sumado a la limitada inversión en mantenimiento, ha deteriorado gravemente la calidad de la infraestructura escolar en múltiples regiones.
Organizaciones sociales y gremios magisteriales han denunciado que el presupuesto destinado al mantenimiento preventivo resulta insuficiente y que muchas escuelas construidas hace más de 20 años no han sido sometidas a remodelación.
En tanto, los estudiantes del Centro Fidelina Matos fueron reubicados de manera temporal en otras aulas mientras se evalúa la magnitud del daño.
Sin embargo, padres temen que esa medida provisional se extienda indefinidamente, como ha ocurrido en otros planteles donde nunca se concretaron las prometidas reparaciones.
La comunidad educativa espera que este hecho sirva de alerta para que las autoridades prioricen la inversión en mantenimiento escolar y garanticen la seguridad de los estudiantes dominicanos.
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