Dary Terrero
Niños y adolescentes que quedaron huérfanos luego de la tragedia ocurrida el pasado 8 de abril recibirán atención psicosocial, gracias a un acuerdo firmado entre el Banco Popular Dominicano, la Universidad Iberoamericana (Unibe), la Alcaldía del Distrito Nacional y la Asociación Mundial de Psicología en Emergencias (AMPE).
La alianza contempla un aporte solidario de RD$5.5 millones, destinado a cubrir terapias psicológicas, transporte y alimentación para los menores y sus familias.
Terapias sabatinas en el Malecón
Las terapias serán impartidas todos los sábados, de 11:00 a. m. a 1:00 p. m., en el Monumento Fray Antonio de Montesinos, en Santo Domingo.
El lugar servirá como espacio de contención emocional y acompañamiento profesional para los sobrevivientes y sus tutores.
Además de la intervención psicológica directa, el acuerdo también establece la implementación de un protocolo sociofamiliar integral para las familias más vulnerables afectadas por el colapso ocurrido.
Un compromiso interinstitucional
El presidente ejecutivo del Banco Popular, Christopher Paniagua, aseguró que este acuerdo representa “un compromiso colectivo para aliviar el sufrimiento de las familias afectadas”.
Su declaración refleja el enfoque solidario del proyecto y el respaldo del sector financiero en causas sociales de alto impacto.
Carolina Mejía, alcaldesa del Distrito Nacional, agradeció la iniciativa del Popular y valoró el respaldo institucional que fortalece la respuesta ante crisis humanas. “Gracias al Banco Popular por su generosidad y apoyo”, expresó.
La academia y la salud mental
La rectora de Unibe, Dra. Odile Camilo Vincent, enfatizó que esta alianza demuestra cómo el trabajo coordinado entre la academia, el Estado, la sociedad civil y el sector privado puede generar soluciones reales.
Según sus palabras, “el trabajo conjunto es clave para lograr nuestras metas comunes”.
La Dra. Vanessa Espaillat, directora de AMPE y coordinadora de la maestría en Intervención en Crisis y Trauma de Unibe, resaltó la necesidad de abordar el impacto psicológico desde un enfoque humanitario y profesional. “Nuestra misión es apoyar la salud mental y ayudar a superar el duelo colectivo”, indicó.
Una red para el bienestar infantil
Esta iniciativa representa un paso importante en la atención a las secuelas emocionales que dejó la tragedia.
Se consolida así un modelo de atención centrado en la dignidad humana, que busca aliviar el peso emocional de los más afectados: los niños.
Con esta alianza, las instituciones firmantes proyectan una respuesta efectiva, sostenible y sensible al dolor de cientos de familias que hoy enfrentan un futuro lleno de incertidumbre.
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