Dary Terrero
Santo Domingo. – El Poder Judicial de la República Dominicana inició este martes la prestación digital de los servicios que anteriormente se ofrecían en el antiguo Palacio de Justicia del Distrito Nacional, a través de su Plataforma de Acceso en el portal oficial www.poderjudicial.gob.do.
La decisión responde al cierre progresivo del edificio viejo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) debido a su avanzado deterioro estructural, el cual ha sido objeto de preocupación por parte de las autoridades judiciales y organismos de seguridad.
A partir de hoy, los usuarios podrán acudir al nuevo Centro de Formación y Servicios Digitales, ubicado en el primer nivel del edificio moderno de la SCJ, donde recibirán orientación y capacitación personalizada para utilizar la plataforma digital y otras herramientas tecnológicas disponibles.
Transición temporal hasta completar el traslado
Este proceso de digitalización es parte de una transición temporal mientras se completa el traslado definitivo del personal que aún labora en la estructura antigua hacia las nuevas instalaciones de la SCJ y al Registro Inmobiliario.
Las autoridades informaron que este cambio permitirá optimizar la atención al usuario, reducir tiempos de respuesta y garantizar mayor seguridad tanto para el personal como para los ciudadanos que requieren servicios judiciales.
Acceso y orientación digital
El Centro de Formación y Servicios Digitales funcionará en horario regular y contará con personal técnico capacitado para asistir a los usuarios en la creación de cuentas, navegación del portal, gestión de solicitudes y demás procesos judiciales habilitados en formato digital.
Esta iniciativa forma parte del plan de modernización del Poder Judicial, que busca ampliar el acceso a la justicia a través del uso de tecnologías de la información, en línea con los principios de transparencia, eficiencia y equidad.
La población podrá consultar desde hoy sentencias, realizar trámites en línea y acceder a información sobre expedientes y audiencias, sin necesidad de acudir físicamente a las oficinas judiciales que operaban en el edificio clausurado.
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