Dary Terrero
Santo Domingo. El cantautor dominicano Pável Núñez se convirtió en tendencia este fin de semana tras protagonizar una disputa pública con un vecino, quien lo acusó de permitir que sus perras ladren de forma constante, impidiéndole dormir.
La controversia se desató luego de que el artista publicara en sus redes sociales una serie de capturas de pantalla de conversaciones sostenidas a través de WhatsApp e Instagram, en las que su vecino, identificado como @galvisstylist, le solicitaba buscar una solución al problema de los ruidos generados por los animales.
Acusaciones de acoso y bloqueo
Pável calificó el reclamo como una forma de acoso y compartió públicamente los mensajes tras alegar que había sido bloqueado por su interlocutor.
“Me escribe, me acosa, y luego me bloquea”, escribió el artista al compartir la conversación con sus seguidores, desatando reacciones encontradas entre los usuarios.
El cantante de temas como Te di y Betania sostuvo que ha tratado con respeto a su vecino, pero que este ha insistido con un tono que consideró hostil.
También defendió a sus mascotas, argumentando que los ladridos forman parte del comportamiento natural de los animales y que vive en una zona residencial donde se deben tolerar ciertos niveles de ruido.
El vecino responde con pruebas
En respuesta, el estilista Galvis publicó un comunicado en sus propias redes sociales explicando la situación desde su punto de vista.
Aseguró que ha sido paciente y respetuoso en sus acercamientos, pero que los ladridos constantes de las perras afectan su descanso y salud mental.
Además, compartió videos donde se escuchan los ladridos y mostró mediciones de decibeles para argumentar que el ruido supera los niveles permitidos.
“Esto no se trata de odiar a los animales, sino de vivir en armonía. Yo tengo derecho al descanso”, expresó Galvis, quien también mostró que ha intentado mediar de forma civilizada antes de llegar al conflicto público.
Debate en redes y opiniones divididas
El enfrentamiento ha generado un amplio debate en plataformas como Instagram y X (antes Twitter), donde miles de usuarios han reaccionado tomando partido.
Algunos defienden el derecho del vecino a denunciar los ruidos molestos, mientras otros apoyan al artista, acusando al denunciante de exagerar o buscar notoriedad.
La disputa pone sobre la mesa un tema cada vez más común en zonas residenciales urbanas: la convivencia entre dueños de mascotas y vecinos que reclaman el cumplimiento de normas sobre contaminación acústica.
Hasta el momento, ni las autoridades municipales ni representantes de control animal se han pronunciado sobre el caso.
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