En Estados Unidos, a diferencia de otros países donde el gobierno administra las prisiones, las cárceles y centros de detención de migrantes indocumentados son un lucrativo negocio privado.
Con el posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en enero próximo, y su promesa de aplicar una política de deportaciones masivas, las acciones de las principales compañías carcelarias se dispararon.
Dos gigantes dominan este sector: GEO Group y CoreCivic, ambos operadores de prisiones privadas que ven nuevas oportunidades de crecimiento gracias al endurecimiento de las políticas migratorias.
Auge de las empresas privadas de prisiones
GEO Group, uno de los principales actores en la industria de prisiones privadas en Estados Unidos, no ocultó su entusiasmo. George Zoley, fundador de la empresa, señaló en una conferencia con inversores que la compañía “se creó para este momento único en la historia de nuestro país”.
El ejecutivo también destacó que la elección de Trump representa una “oportunidad sin precedentes” para su negocio. GEO Group administra numerosos centros de detención de migrantes, posicionándose como el operador más grande en este ámbito.
CoreCivic, su competidor directo, también experimentó un alza significativa en el valor de sus acciones. Ambas empresas son vistas como piezas clave en la estrategia de detención masiva de inmigrantes que promueve Trump.
Un negocio multimillonario impulsado por la política
La industria carcelaria privada en Estados Unidos ha crecido de manera acelerada en las últimas décadas. Sin embargo, la posibilidad de que Trump vuelva a ocupar la presidencia ha renovado el interés de los inversores.
GEO Group y CoreCivic operan centros que albergan a decenas de miles de inmigrantes indocumentados. A medida que las promesas de deportaciones masivas ganan terreno, la demanda de espacio en estos centros podría aumentar notablemente.
Los analistas financieros coinciden en que las políticas migratorias más estrictas benefician directamente a estas compañías. La expectativa de contratos federales millonarios impulsa el optimismo en Wall Street.
Críticas a la privatización del sistema carcelario
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han criticado enérgicamente la privatización de las cárceles. Sostienen que se incentiva el encarcelamiento masivo y se pone en riesgo el respeto a los derechos básicos de los detenidos.
Pese a las críticas, la administración Trump durante su primer mandato favoreció a las prisiones privadas con nuevos contratos. Ahora, su posible regreso abre de nuevo las puertas a una expansión sin precedentes del sector.
Activistas temen que una política de deportaciones masivas derive en condiciones inhumanas en los centros de detención privados. Las denuncias de malos tratos y negligencia ya empañaron la reputación de estas empresas en el pasado.
El futuro del negocio carcelario bajo Trump
El crecimiento de GEO Group y CoreCivic refleja cómo las decisiones políticas impactan directamente el mercado. Con un posible aumento en las deportaciones, se anticipa una nueva era dorada para el negocio de las prisiones privadas.
Los inversores están atentos. Cada movimiento en las encuestas que favorece a Trump fortalece el valor de estas compañías en la bolsa.
La alianza entre política migratoria estricta y lucro privado es un fenómeno que diferencia a Estados Unidos de otras naciones. Mientras tanto, los derechos de los migrantes y la ética del sistema penitenciario seguirán en el centro del debate.
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