Dary Terrero
El cantautor y poeta Cheo Zorrilla falleció este domingo tras luchar contra una grave afección neurológica que deterioró aceleradamente su salud en los últimos meses.
Zorrilla fue diagnosticado con encefalitis priónica, una enfermedad degenerativa y poco común que afecta gravemente el cerebro. Su deceso representa una gran pérdida para la música dominicana.
Un legado de compromiso y poesía
Originario de Tamayo, en la provincia Bahoruco, Cheo Zorrilla forjó una trayectoria artística marcada por su profunda sensibilidad social y una lírica comprometida con las causas del pueblo dominicano.
Fue un exponente esencial de la canción social, aunque también se destacó en el género romántico con composiciones que llegaron al corazón de miles.
Su estilo directo, poético y lleno de mensaje lo convirtió en un referente ético del arte popular.
Intérpretes de su obra
Diversos artistas reconocidos dieron voz a las composiciones de Zorrilla, entre ellos Danny Rivera, Taty Salas y Sisimito.
Sus letras, cargadas de conciencia, ternura y rebeldía, se convirtieron en himnos de lucha, amor y memoria.
Su obra se mantiene viva en los repertorios de intérpretes que valoran la canción como herramienta de transformación social.
Muchos de sus temas siguen teniendo vigencia por la fuerza de sus mensajes y la belleza de su construcción poética.
Pesar en el mundo cultural
La noticia de su fallecimiento ha provocado una oleada de mensajes de pesar por parte de músicos, escritores y representantes del ámbito cultural.
Coinciden en que Zorrilla fue una de las voces más claras y valientes de su generación, un artista que jamás traicionó sus principios ni su arte.
Instituciones culturales y universidades han expresado su pesar, y se espera que su legado sea honrado en actos conmemorativos en los próximos días.
Su nombre se inscribe entre los que dieron al arte dominicano una dimensión de profundidad y verdad.
Música como conciencia
Zorrilla representó una vertiente del arte que, lejos de acomodarse a modas, mantuvo la integridad como norte.
Cada una de sus canciones fue también una postura, una denuncia o una celebración de la vida desde los márgenes.
Quienes lo conocieron destacan su coherencia personal, su humildad y su compromiso firme con la justicia social. Su vida fue, en esencia, una extensión de sus canciones.
Cheo Zorrilla se va físicamente, pero queda sembrado en las voces que heredaron su canto y en los corazones que aprendieron a pensar, amar y resistir con sus versos.
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