Dary Terrero
Más de 700 militares retirados y sus familiares han sido insertados con éxito en el sector privado como parte de una política del Ministerio de Defensa para mejorar la calidad de vida del personal en retiro.
Este avance histórico se ha logrado mediante el Programa de Coordinación de Gestión de Empleo, impulsado por la Junta de Retiro y Fondo de Pensiones de las Fuerzas Armadas (JRFPFFAA), bajo las directrices del teniente general Carlos Antonio Fernández Onofre, actual ministro de Defensa.
Los beneficiarios han logrado colocarse en empleos dignos con sueldos mensuales superiores a los RD$40,000, monto que se suma a sus pensiones regulares.
Esta iniciativa no solo mejora sus condiciones económicas, sino que aporta estabilidad emocional y social a sus núcleos familiares.
Programa pionero en la región
El programa fue concebido en 2020 por el entonces presidente de la JRFPFFAA, el teniente general Fernández Onofre, como una respuesta innovadora a la necesidad de apoyar la etapa post-servicio de los militares dominicanos.
Desde entonces, ha sido institucionalizado como una política pública efectiva, posicionando a la Junta de Retiro como un canal confiable entre los militares pensionados y el sector productivo nacional.
Inserción en diversas áreas laborales
Los egresados de las Fuerzas Armadas han sido integrados como técnicos, electricistas, personal administrativo, choferes, plomeros y supervisores de seguridad.
Estas posiciones están distribuidas en empresas reconocidas del país, incluyendo firmas internacionales con operaciones en República Dominicana.
Cada perfil es evaluado previamente por la Junta de Retiro, lo cual garantiza la idoneidad de los candidatos y refuerza la confianza del sector empresarial en este sistema de intermediación laboral.
Reconocimiento al servicio prestado
El Ministerio de Defensa ha reiterado que esta estrategia forma parte de un plan integral para garantizar que los militares retirados cuenten con una segunda oportunidad de desarrollo profesional.
La reintegración a la vida laboral activa se plantea como un mecanismo de dignificación del uniforme, más allá del tiempo en servicio activo.
Además, se reconoce la experiencia acumulada por los exmiembros de las Fuerzas Armadas como un recurso valioso para la sociedad y la economía nacional.
Por ello, el programa sigue creciendo con el respaldo de empresas que valoran la disciplina y formación del personal militar.
Modelo replicable para otros sectores
Esta experiencia dominicana se perfila como un modelo replicable en otras instituciones del Estado, donde miles de servidores públicos podrían beneficiarse de esquemas similares al momento de su retiro.
Con este enfoque, el Ministerio de Defensa reafirma su compromiso con una visión humana, efectiva y sostenible del acompañamiento a sus miembros más allá del servicio activo, construyendo una transición digna y productiva hacia nuevas etapas de vida.
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