Dary Terrero
El sábado 14 de junio, decenas de miles de personas salieron a las calles en más de 1,900 ciudades de Estados Unidos para manifestarse contra las políticas migratorias del presidente Donald Trump, especialmente contra las recientes redadas que han generado gran controversia y malestar social.
Estas protestas, bajo el lema Día sin Reyes, buscaron también opacar el desfile militar realizado en Washington D.C. para celebrar el 250 aniversario de las Fuerzas Armadas estadounidenses, coincidiendo con el cumpleaños número 79 del mandatario.
Protestas masivas y diversidad de participantes
A pesar de las condiciones climáticas adversas, en Nueva York alrededor de 50,000 manifestantes ocuparon la Quinta Avenida, que fue cerrada al tránsito por la policía para garantizar la seguridad.
Los asistentes corearon consignas contra el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE), responsable de las redadas.
Entre los gritos más escuchados estuvieron «¡No ICE, no Ku Klux Klan, no fascistas!» y «¿Cómo deletreas fascista? I-C-E!».
La manifestación fue diversa, con presencia de banderas palestinas, estadounidenses y LGTBI, reflejando la amplia coalición que rechaza las políticas de Trump.
Redadas de ICE en el centro del debate
El foco de las protestas fue el accionar del ICE, que realiza operativos para detener a migrantes indocumentados.
Aunque el gobierno anunció una pausa en la campaña de redadas en sectores específicos como agricultura, restaurantes y hoteles, el descontento persiste entre la población.
La semana anterior, en Los Ángeles, la tensión aumentó cuando Trump desplegó a la Guardia Nacional para apoyar las operaciones del ICE, lo que generó protestas y disturbios en la ciudad.
Contexto y repercusiones
Estas movilizaciones reflejan un rechazo amplio a las políticas migratorias del gobierno republicano, que ha endurecido las medidas contra migrantes desde el inicio de su mandato.
La estrategia busca reducir la inmigración ilegal, pero ha sido criticada por organizaciones de derechos humanos y amplios sectores sociales por su dureza y consecuencias humanitarias.
La confluencia de protesta y desfile militar simboliza la polarización política que vive Estados Unidos, con un presidente enfrentado a una opinión pública dividida y movilizada en contra de varias de sus decisiones.
Movilización nacional y mensaje global
Las manifestaciones no solo se concentraron en las grandes ciudades como Nueva York, Los Ángeles y Washington D.C., sino que también tuvieron lugar en pequeñas y medianas localidades, mostrando la magnitud del rechazo social.
El Día sin Reyes se convirtió en una jornada emblemática de resistencia pacífica contra lo que muchos consideran una política migratoria autoritaria y violatoria de derechos humanos.
Estados Unidos continúa bajo la mirada internacional, donde estas protestas han resaltado las tensiones internas y el debate sobre la inmigración y los valores democráticos del país.
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