Dary Terrero
La comunicadora María Angélica Ureña impactó con su elegancia en los Premios Soberano 2025.
Su atuendo, diseñado por el talentoso José Cristian Lagares, fue una de las piezas más aclamadas de la noche.
El vestido, bautizado como “La Lune de Rivière”, combinó modernidad y sofisticación con un diseño fluido y delicado.
Su color menta claro, con destellos platinados, evocó la luz reflejada en el agua, transmitiendo un aire etéreo y atemporal.
Un diseño inspirado en la naturaleza
José Cristian Lagares tomó como referencia la fluidez de los ríos y el resplandor de la luna.
Estas influencias se evidencian en la caída natural de la tela y los sutiles brillos que capturan la luz con cada movimiento.
El corte limpio y la confección artesanal resaltaron la silueta de Ureña sin necesidad de excesos.
La combinación de texturas y acabados aportó profundidad a la pieza, logrando un equilibrio perfecto entre elegancia y minimalismo.
Estilismo sofisticado y atemporal
Para complementar el look, las Gemelas Filpo lideraron la asesoría de imagen.
Su enfoque priorizó la autenticidad y el refinamiento, seleccionando accesorios discretos pero estratégicos.
Cada detalle fue cuidadosamente elegido para armonizar con la esencia del vestido.
La premisa del estilismo fue destacar la belleza natural de María Angélica sin restarle protagonismo a la pieza de alta costura.
Un maquillaje y peinado impecables
Yuleisy Santana estuvo a cargo del maquillaje, creando un acabado luminoso y armonioso.
Su técnica resaltó los rasgos de la comunicadora con una apariencia fresca y elegante.
El peinado, diseñado por Laurelys Ferrera, aportó sofisticación sin rigidez.
La elección de un estilo fluido y natural reforzó la coherencia visual del conjunto.
Una apuesta por la moda dominicana
María Angélica Ureña reafirmó su posición como referente de estilo en la alfombra roja.
Su elección de un diseñador dominicano demuestra el crecimiento y reconocimiento del talento local en la industria de la moda.
Con un look impecable y una ejecución precisa en cada detalle, dejó una huella imborrable en la noche más importante del arte y el espectáculo en República Dominicana.
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