Dary Terrero
SAN FRANCISCO — Luis Arráez continúa en su racha ofensiva imparable, sumando más hits y extendiendo una impresionante hazaña: no se ha ponchado en 140 turnos al bate.
En un emocionante juego que llevó a los San Diego Padres a una victoria 4-3 en 10 entradas sobre los Giants, Arráez se destacó al batear de 4-2 con una base por bolas, consolidando su rol crucial en el equipo.
El venezolano, quien ha sido una pieza clave en la persecución de los Padres para reducir la brecha con los Dodgers en la División Oeste de la Liga Nacional, añadió otro momento memorable a su temporada. Su doble en la décima entrada fue decisivo para el rally de dos carreras que aseguró la barrida del fin de semana en San Francisco.
Racha histórica sin ponches
Con 140 turnos sin poncharse, Arráez está a solo siete turnos de superar el récord de Juan Pierre (147) en el 2004, por la mayor racha sin ponches en este siglo.
De hecho, se trata de la racha más larga en 20 años. Las marcas más largas de visitas al plato sin ponches desde 1961 incluyen nombres históricos como Dave Cash (223) y Tony Gwynn (170), una leyenda que también vistió el uniforme de los Padres.
Momento brillante al bate
El último ponche de Arráez ocurrió el 10 de agosto en Miami, mientras aún se recuperaba de una lesión en el pulgar.
Desde entonces, ha estado intratable, bateando para un promedio de .394, lo que incluye una racha activa de 13 juegos consecutivos con hit. Actualmente, batea para .322, lo que lo posiciona firmemente en la carrera por su tercer título de bateo consecutivo.
“Es uno de los mejores bateadores del juego”, afirmó su compañero de equipo, Manny Machado. “Tenerlo en la alineación todos los días nos da una gran ventaja”.
Una pieza clave en la ofensiva de los Padres
Arráez ha demostrado ser la chispa en la parte alta del orden al bate, preparando el escenario para una de las ofensivas más potentes de la liga.
El domingo, su sencillo en el sexto inning abrió la puerta para que Machado lo impulsara con un elevado de sacrificio. Luego, su doble en la décima fue clave en el decisivo rally que selló la victoria.
En el fin de semana, Arráez acumuló siete hits en 14 turnos, además de recibir dos bases por bolas, mostrando una vez más su capacidad para embasarse consistentemente.
Como resumió el manager de los Giants, Bob Melvin: “Trata de hacerle buenos lanzamientos, y espera que bata hacia donde haya alguien”.
Luis Arráez, con su estilo de bateo preciso y su disciplina en el plato, sigue siendo uno de los bateadores más difíciles de enfrentar en las Grandes Ligas.
wadminw
