Dary Terrero
Santo Domingo.– El Segundo Juzgado de Instrucción del Distrito Nacional, presidido por la magistrada Franchesca Potentini, dictó este lunes un acto de No Ha Lugar a favor del empresario Raúl Rizik Yeb, en el proceso judicial iniciado por su exesposa Alexandra Mejía Arcalá, quien lo acusó de supuesta violencia de género.
La jueza concluyó que no existían elementos de prueba suficientes para sostener la acusación, dando así por cerrado el expediente sin apertura a juicio.
Esta decisión refuerza la posición de la defensa de Rizik Yeb, que desde el inicio del proceso había alegado la inexistencia de hechos constitutivos de delito.
Defensa afirma que caso fue utilizado como presión económica
Los abogados del empresario, al salir del tribunal, calificaron la decisión como “un triunfo de la verdad” y señalaron que el caso respondía a una estrategia de presión económica dentro de un prolongado proceso de divorcio y partición de bienes.
“Desde el principio quedó claro que no había ningún sustento legal en las declaraciones de la señora Mejía Arcalá. El objetivo de la denuncia era forzar una negociación más favorable para ella en el proceso de partición de bienes”, afirmó Michelle Pérez Fuente, abogada de Rizik Yeb.
Según la defensa, las medidas judiciales impuestas al empresario durante el proceso —incluyendo la prisión preventiva— fueron injustificadas y respondían a una campaña de descrédito en su contra, en medio de un proceso emocionalmente complejo tras la muerte del hijo único de la pareja y la salida de Rizik Yeb de la presidencia ejecutiva del Grupo Mejía Arcalá.
Quedan sin efecto todas las medidas de coerción
Con la decisión de la jueza Potentini, se levantan todas las medidas de coerción impuestas a Rizik Yeb. La abogada Pérez Fuente aseguró que su cliente retomará su vida privada y empresarial con la frente en alto.
“Raúl Rizik Yeb es la única víctima real de este proceso. Lo sometieron a una presión mediática y judicial injusta. Ahora podrá limpiar su nombre, dañado por acusaciones que nunca debieron llegar a los tribunales”, puntualizó.
Este fallo pone fin a un proceso judicial que había acaparado atención pública por las figuras involucradas y la complejidad del conflicto matrimonial, que incluyó denuncias, embargos y tensiones empresariales.
Redacción DT
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