Dary Terrero
Un ataque aéreo realizado por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) destruyó este miércoles el último avión comercial que seguía en funcionamiento en Yemen.
La aeronave pertenecía a Yemenia Airways y se encontraba en tierra en el Aeropuerto Internacional de Saná, capital del país, bajo control del movimiento hutí.
El bombardeo forma parte de una serie de acciones militares vinculadas al conflicto regional que ha intensificado la tensión entre Israel y los hutíes, aliados de Irán y activos en el conflicto de Gaza.
Yemen se queda sin aviación civil
La destrucción de este avión representa un duro golpe a la ya precaria conectividad aérea de Yemen. Desde el estallido de la guerra civil en 2014, el país ha visto cómo su infraestructura aérea se ha ido deteriorando progresivamente, y las sanciones internacionales han restringido la capacidad operativa de Yemenia Airways, la aerolínea nacional.
Este avión era el último activo operativo con capacidad para vuelos comerciales. Su eliminación deja a millones de yemeníes completamente desconectados del mundo por vía aérea.
Saná: blanco estratégico en la guerra regional
El aeropuerto de Saná se ha convertido en un objetivo militar recurrente, tanto para la coalición liderada por Arabia Saudita como ahora para Israel, que responde a las amenazas de los hutíes desde territorio yemení.
El movimiento hutí ha lanzado múltiples ataques con drones y misiles en apoyo a la causa palestina en Gaza, dirigiendo parte de sus ofensivas hacia Israel y sus aliados.
Esto ha convertido a Yemen en un frente más del complejo entramado de conflictos en Medio Oriente.
La ofensiva israelí escala a nuevos territorios
Este bombardeo marca una escalada directa de Israel hacia territorio yemení, lo que aumenta el riesgo de una expansión regional del conflicto.
Las acciones hutíes desde Yemen contra intereses israelíes han provocado una reacción contundente por parte de Tel Aviv, que advierte que atacará cualquier fuente de amenaza, sin importar la ubicación.
La destrucción del avión civil ha generado preocupaciones sobre el impacto humanitario y las repercusiones diplomáticas, especialmente en lo que respecta a la protección de infraestructuras civiles en zonas de guerra.
Consecuencias humanitarias y diplomáticas
El cierre total de la aviación civil yemení agrava una crisis humanitaria ya severa. Yemen depende de ayuda internacional para sobrevivir, y muchos desplazados internos y personas enfermas utilizaban los vuelos comerciales para recibir atención médica fuera del país.
Organismos internacionales y entidades defensoras de los derechos humanos han condenado el ataque y han llamado a respetar la neutralidad de las infraestructuras civiles.
Hasta el momento, el gobierno israelí no ha emitido comentarios sobre el incidente.
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