Dary Terrero
La Iglesia Católica en Santo Domingo Norte celebró este domingo la 59ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales con un emotivo “Diálogo por la Comunicación con Esperanza”, encabezado por Monseñor José Amable Durán Tineo, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Santo Domingo y vicario episcopal de esta zona.
El evento inició tras la eucaristía en la Parroquia Espíritu Santo, sede de la Vicaría Norte, con una convocatoria que reunió a comunicadores, líderes sociales y defensores de los derechos humanos bajo el lema propuesto por el Papa Francisco: “Compartan con mansedumbre la esperanza que hay en sus corazones”.
Monseñor Durán moderó el espacio de diálogo, invitando a la reflexión profunda desde la dignidad humana, para fomentar una comunicación centrada en la empatía, el respeto y la verdad.
Enfatizó que comunicar con esperanza es una necesidad urgente ante un mundo marcado por la violencia, la polarización y la desinformación.
Llamado a comunicar desde los valores
El presidente del Colegio Dominicano de Locutores, Nelson Gutiérrez, fue el primero en intervenir con una reflexión sobre la responsabilidad de quienes emiten mensajes públicos.
Reiteró el rol transformador de los comunicadores y su deber de sembrar esperanza, paz y justicia desde cada espacio que ocupan.
La comunicadora Patricia Palacios, directora de Comunicaciones de la Universidad Católica Santo Domingo, ofreció una mirada desde la fe, subrayando que toda comunicación verdadera debe tener su raíz en Jesucristo, “la verdad que libera y da esperanza”.
Por su parte, el exdiputado y formador católico Ángel Gomera instó a los presentes a ejercer una comunicación ética, centrada en contar historias que promuevan la reconciliación y fortalezcan los valores en medio de una sociedad que enfrenta constantes tensiones.
Participación y compromiso
Durante el encuentro se habilitó un espacio de preguntas y aportes del público. Comunicadores, jóvenes y líderes comunitarios compartieron testimonios y plantearon propuestas para fomentar una comunicación más humana, comprometida con la verdad y orientada al bien común.
Monseñor Durán cerró la actividad con una bendición final, recordando que todo mensaje debe ser portador de esperanza y reflejo del estilo de Jesús: cercano, verdadero y lleno de mansedumbre.
Exhortó a todos los presentes a convertirse en “peregrinos de esperanza” a través de su ejercicio comunicativo.
El evento reafirma el compromiso de la Iglesia en Santo Domingo Norte con una comunicación que edifique, sane y oriente a la sociedad en tiempos donde la palabra tiene el poder de construir o dividir.
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