Dary Terrero
Santo Domingo. – Cada 25 de marzo, el mundo recuerda a los millones de personas que sufrieron la esclavitud y la trata transatlántica, una de las mayores tragedias de la historia.
Esta fecha, establecida por la ONU en 2007, busca honrar la memoria de quienes fueron sometidos a la explotación forzada durante más de 400 años y generar conciencia sobre las secuelas que aún persisten en la sociedad.
El impacto de la trata transatlántica
Desde el siglo XVI hasta el XIX, millones de africanos fueron secuestrados y vendidos como esclavos en América, Europa y el Caribe.
Esta práctica desintegró comunidades, generó desigualdades estructurales y dejó un legado de discriminación.
El racismo y la exclusión social siguen afectando a descendientes de esclavos en muchos países, lo que demuestra que las secuelas de la esclavitud aún no han sido superadas.
Esfuerzos por preservar la memoria histórica
Para evitar que esta tragedia caiga en el olvido, la ONU y otras organizaciones han impulsado programas educativos.
También a aquerllos que impulsan monumentos y actividades culturales que resaltan la importancia de recordar a las víctimas.
En 2015, se inauguró en Nueva York el Monumento Permanente en Honor a las Víctimas de la Esclavitud, una estructura simbólica que reconoce el sufrimiento de millones de personas.
Desafíos actuales y lucha contra la esclavitud moderna
Aunque la esclavitud fue abolida, nuevas formas de explotación siguen vigentes.
La trata de personas, el trabajo forzado y el tráfico de migrantes afectan a millones de individuos en todo el mundo.
Este día es un llamado global a erradicar cualquier tipo de esclavitud y a defender los derechos humanos de quienes siguen siendo víctimas de explotación.
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