Dary Terrero
Un curioso incidente marcó el inicio de una conferencia de prensa entre el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, y el canciller alemán, Friedrich Merz, cuando problemas técnicos con el sistema de traducción simultánea obligaron a interrumpir momentáneamente el acto.
Ambos líderes se preparaban para ofrecer declaraciones a los medios en Berlín cuando el sistema falló, impidiendo que los periodistas y funcionarios presentes pudieran entender la intervención de Zelenski.
Merz bromea sobre la “tecnología alemana”
Ante la situación, Friedrich Merz no perdió la oportunidad de tomarse el percance con humor.
En tono relajado, comentó que “parece que la tecnología alemana no es tan infalible como se cree”, arrancando risas entre los asistentes.
El comentario, además de distender el ambiente, sirvió para mostrar un gesto de cercanía del canciller, que asumió con naturalidad la demora mientras se corregía el fallo técnico.
Zelenski esperó con paciencia
El presidente ucraniano, visiblemente comprensivo, esperó con calma que se restableciera el servicio de traducción antes de continuar con su intervención.
Durante el impasse, intercambió sonrisas con el canciller alemán, en una muestra de cordialidad entre ambos mandatarios.
El acto tenía como objetivo actualizar a la prensa sobre el apoyo de Alemania a Ucrania en el contexto de la guerra con Rusia, así como anunciar nuevas medidas de cooperación bilateral en seguridad, reconstrucción e inversión.
Un fallo que no empañó el fondo político
A pesar del inicio accidentado, la conferencia se desarrolló sin mayores contratiempos una vez solucionado el problema técnico.
Zelenski agradeció el respaldo constante de Alemania y destacó la importancia de mantener la unidad europea frente a la agresión rusa.
Por su parte, Merz reafirmó el compromiso de su país con la defensa de la soberanía ucraniana y subrayó que la ayuda militar, económica y humanitaria continuará en 2025.
Reacciones divididas en redes
El incidente generó reacciones variadas en redes sociales.
Mientras algunos usuarios destacaron la actitud relajada de Merz como un gesto positivo, otros señalaron que la falla en un evento tan importante pone en entredicho la eficiencia organizativa del gobierno alemán.
Sin embargo, la mayoría coincidió en que el momento fue anecdótico y no afectó el contenido político de la reunión, que sigue siendo clave en el contexto del conflicto en Europa del Este.
La anécdota queda registrada como un recordatorio de que incluso los actos de alto nivel no están exentos de imprevistos técnicos.
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