Santo Domingo. – Cada 25 de marzo, la comunidad internacional recuerda a los trabajadores humanitarios, periodistas y empleados de la ONU que han sido detenidos, secuestrados o desaparecidos en el ejercicio de sus funciones.
El Día Internacional de Solidaridad con los Miembros del Personal Detenidos o Desaparecidos busca crear conciencia sobre los riesgos que enfrentan estos profesionales y exigir protección para quienes desempeñan labores en zonas de conflicto.
Amenazas y desafíos en el terreno
Cada año, cientos de empleados de organismos internacionales son víctimas de secuestros, arrestos arbitrarios y desapariciones en territorios inestables.
Los conflictos bélicos y la represión gubernamental ponen en peligro sus vidas.
Los trabajadores de la salud, la educación y la ayuda humanitaria son atacados con mayor frecuencia.
Muchos han sido privados de su libertad por brindar apoyo a comunidades en crisis.
Casos emblemáticos de desapariciones
Uno de los casos más recordados es el del periodista británico Alec Collett, quien fue secuestrado en 1985 mientras trabajaba para la ONU en el Líbano.
Su desaparición motivó la creación de esta fecha conmemorativa.
En los últimos años, numerosos cooperantes han sido secuestrados en África y Medio Oriente.
Aunque algunos han sido liberados, otros siguen desaparecidos.
Llamado a la comunidad internacional
La ONU ha reiterado su exigencia a los gobiernos para que garanticen la seguridad del personal humanitario y cumplan con el derecho internacional.
Este día sirve como un recordatorio de que la protección de quienes arriesgan sus vidas por ayudar a otros es una responsabilidad global.
La impunidad en estos casos no debe continuar.
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