Dary Terrero
El volcán Etna, ubicado en la isla italiana de Sicilia, registró, nueva vez, una violenta erupción este 2 de junio que provocó escenas de caos entre los turistas que visitaban sus laderas, sorprendidos por la repentina actividad volcánica.
Videos del momento muestran a personas huyendo entre nubes de cenizas, mientras caían rocas incandescentes —piroclastos— sobre la zona.
A pesar del impacto visual, no se reportaron víctimas ni daños materiales graves.
Zona deshabitada evitó una tragedia
Según las autoridades italianas, la erupción se concentró en una zona actualmente deshabitada, lo que evitó consecuencias mayores.
La lava se mantuvo contenida en los canales naturales del volcán y no alcanzó áreas pobladas.
La protección civil italiana activó de inmediato los protocolos de seguridad, y recomendó suspender el acceso a las rutas turísticas en la parte alta del Etna hasta nuevo aviso.
Expertos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología confirmaron que la actividad sísmica aumentó en las horas previas, aunque no se esperaba una erupción de esta magnitud.
Advertencia a visitantes: el Etna sigue activo
El Etna, considerado uno de los volcanes más activos del mundo, tiene una historia de erupciones explosivas. Las autoridades recordaron que, aunque es un atractivo turístico, subir al volcán implica riesgos reales, y es crucial respetar las indicaciones oficiales.
“Quien suba al Etna debe hacerlo con plena conciencia de que se trata de un volcán vivo”, advirtió un portavoz del gobierno regional. “No podemos controlar la naturaleza, pero sí podemos prevenir tragedias con responsabilidad”.
Guías turísticos reportaron momentos de confusión y angustia, aunque destacaron la rápida evacuación de los visitantes.
La mayoría de las personas logró descender sin contratiempos gracias al acompañamiento de equipos preparados.
Etna: belleza peligrosa
Este coloso natural, con más de 3,300 metros de altura, combina espectacularidad y amenaza. Su última gran erupción ocurrió en 2021, pero presenta episodios de actividad moderada cada año.
El fenómeno del 2 de junio es una nueva muestra de la fuerza de este gigante, que continúa modelando la geografía de Sicilia.
Las autoridades reiteraron que se mantendrá la vigilancia las 24 horas, mientras se monitorean posibles nuevas explosiones.
Mientras tanto, la ceniza volcánica obligó a cerrar temporalmente el aeropuerto de Catania, generando retrasos en vuelos comerciales.
Se espera que las operaciones se normalicen en las próximas horas, dependiendo de la evolución de la actividad.
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