El mundo católico y la comunidad internacional aún lamentan la partida del Papa Francisco.
El doctor Sergio Alfieri, jefe del equipo médico del Hospital Gemelli de Roma, reveló cómo fueron los últimos momentos del papa
Murió tranquilo, sin dolor, ni angustia
Según Alfieri, todo sucedió con serenidad. Relató que al entrar en la habitación del Papa, lo encontró con los ojos abiertos.
“No tenía dificultades respiratorias”, afirmó el médico. Intentó hablarle, pero el Papa no respondió.
En ese momento, notó que el pontífice no reaccionaba a ningún tipo de estímulo. Ni siquiera a los dolorosos.
Entonces comprendió que Francisco había entrado en coma. La situación ya era irreversible.
El deseo del Papa: no ir al hospital
El equipo médico respetó la voluntad del Santo Padre. Su deseo era morir en casa.
Por eso, no lo trasladaron al hospital. “No quería un final rodeado de máquinas”, dijo Alfieri.
Desde hacía tiempo, el Papa había expresado su voluntad de evitar cualquier forma de ensañamiento terapéutico
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