Karuizawa. Los ministros de Exteriores del G7 iniciaron su reunión de tres días en la ciudad nipona de Karuizawa con Rusia y China en el foco, y entre medidas reforzadas de seguridad tras el supuesto atentado fallido contra el primer ministro nipón en la víspera.
Los cancilleres de Japón, Alemania, Canadá, Francia, Italia, Reino Unido y Estados Unidos celebraron este domingo una cena de trabajo tras llegar a esta idílica localidad japonesa ubicada entre las montañas de Nagano (centro del país) y conocida como destino vacacional, antes de comenzar las sesiones de discusión entre el lunes y el martes.
La habitual calma de Karuizawa se vio alterada por un amplio dispositivo policial en torno a la estación ferroviaria a la que llegaron los ministros desde Tokio, así como en las principales calles de la ciudad y alrededor del hotel donde se celebran las reuniones.
El propio primer ministro nipón, Fumio Kishida, llamó a reforzar las medidas de seguridad en todo el país para la campaña para las elecciones locales y al Parlamento nacional que se celebran el próximo domingo, y también de cara a la reunión que comienza en Karuizawa y a otras próximas citas del G7 en Japón.
Kishida fue objeto de un aparente atentado fallido en la víspera, cuando el mandatario fue evacuado de un mitin en Wakayama (oeste) instantes después de que una persona entre el público arrojara un artefacto contra él y que explotó sin causar ningún daño significativo.
Las autoridades niponas detuvieron en el acto al presunto autor del ataque y se encuentran investigando sus motivaciones y el tipo de artefactos empleados en el incidente. Se espera que del encuentro salga una declaración conjunta que incluya una nueva condena a Rusia por su agresión a Ucrania.
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