Economía.- El exdirector de la Dirección General de Impuestos Internos (DGII), Magín Díaz, propuso este lunes que se apliquen dos tazas de impuestos en el proyecto de reforma fiscal, una de un 8% para los productos que no están gravados, y la otra, de un 16% o 18%, para los artículos que ya pagan.
Díaz, aunque respalda el proyecto de reforma o modernización fiscal presentada por el presidente Luis Abinader, llamó a que la misma sea discutida y no apresurarla. Hay tiempo de revisarla y repensarla: el país no está todavía al borde del abismo fiscal ni macroeconómico. Además, y sobre todo, el Banco Central es sólido y tiene suficientes reservas.
Asimismo, indicó que esta reforma fiscal contiene elementos “buenos” y otros “muy malos”. Por ejemplo, no le gusta que se aumente el impuesto a los intereses (de 10 a 25%) y que se eliminen todas las exenciones de un plumazo al mismo tiempo. Observa que hay exenciones buenas como la de ProIndustria, que está muy bien diseñada, según los estándares internacionales.
También, advirtió que sería un errior incrementar el impuesto al alcohol ya que en el 2012 se aplicó ese impuesto y eso provocó que se disparara el contrabando de las bebidas etílicas. Si se gravara otra vez, volvería a dispararse el tráfico ilícito de esa mercancía. Además, entiende que el ron ya está “muy cargado”.
Díaz realza los puntos positivos como gravar las compras por internet, redefinir los anticipos para las mipymes.
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