MONTECRISTI.– Una jeepeta con quince inmigrantes haitianos fue interceptada por miembros del Ejército de la República Dominicana mientras transitaba por el Distrito Municipal Palo Verde, en la provincia Montecristi.
El vehículo, una Ford Explorer blanca con placa G482701, fue abandonado cuando su conductor, al notar la presencia de los militares, emprendió la huida a pie.
Las autoridades identificaron al chófer únicamente por el apodo “Cheiron”, a quien señalan como reincidente en el tráfico ilegal de extranjeros.
Abandonó el vehículo y escapó
Tras la detención del vehículo, los soldados hallaron en su interior a ocho hombres y siete mujeres, todos sin documentos que acrediten su estadía legal en el país.
La rápida acción militar evitó que se concretara otro intento de transporte irregular de migrantes hacia el interior del territorio dominicano.
Los extranjeros fueron conducidos al puesto de chequeo El Puente, desde donde posteriormente se les trasladó a la Fortaleza San Fernando, en San Fernando de Montecristi, donde se realizan los procesos correspondientes conforme a la normativa vigente.
Refuerzan medidas en la frontera
Autoridades militares continúan intensificando los operativos de patrullaje y vigilancia en la zona fronteriza, especialmente en rutas utilizadas
frecuentemente por traficantes de personas. Montecristi, al igual que otras provincias limítrofes con Haití, es un punto neurálgico para este tipo de actividades ilegales.
La presencia de “Cheiron” en varios operativos anteriores ha despertado el interés de los organismos de inteligencia, que intentan dar con su paradero y desmantelar redes dedicadas a este ilícito.
Se presume que forma parte de un entramado más amplio que opera desde la frontera hacia zonas del Cibao.
Llamado a la colaboración ciudadana
El Ejército de la República Dominicana reiteró su compromiso con la defensa del territorio nacional y el control de la inmigración irregular.
Al mismo tiempo, exhortó a la población a colaborar con las autoridades denunciando cualquier actividad sospechosa vinculada al tráfico de personas.
Este nuevo caso evidencia la persistencia de redes que desafían las medidas migratorias implementadas por el Estado.
La presión militar en las rutas clandestinas ha provocado que los traficantes recurran a métodos más riesgosos y rutas menos vigiladas, poniendo en peligro la vida de los migrantes.
La migración irregular sigue siendo uno de los principales desafíos en la zona fronteriza, y los cuerpos castrenses aseguran que continuarán las acciones para preservar el orden, la soberanía y el respeto a las leyes dominicanas.
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