En República Dominicana aún permanecen inconclusas 415 edificaciones escolares.
Estas construcciones se iniciaron entre 2012 y 2015, pero nunca se terminaron.
Durante esos años, las obras comenzaron mediante sorteos organizados por el Estado.
Sin embargo, con el paso del tiempo, el avance fue quedando rezagado.
Cada nueva administración ha heredado estos proyectos sin poder concluirlos.
Como resultado, el número de escuelas sin terminar ha ido en aumento.
Infraestructura abandonada en diferentes provincias
Actualmente, la Dirección de Infraestructura Escolar es la responsable del tema.
Este departamento forma parte del Ministerio de Educación del país.
El arquitecto Roberto Herrera Polanco lidera esta dependencia gubernamental.
Su tarea principal es diseñar, construir y mantener los espacios escolares.
Estas escuelas abandonadas están repartidas en distintos puntos del país.
Algunas de ellas se ubican en Azua, Duarte, La Vega y Santo Domingo.
También hay centros educativos en Santiago y en la provincia Espaillat.
Estas estructuras no solo están incompletas, sino también deterioradas.
En muchas de ellas, la maleza ha crecido sin control durante años.
Varias presentan calles en mal estado y accesos cubiertos por zinc.
Los estudiantes que debían ocupar esas aulas siguen sin respuesta.
Mientras tanto, comunidades enteras esperan su inauguración definitiva.
Una situación que afecta el futuro educativo
Cada escuela sin terminar representa una oportunidad perdida.
No solo en términos de infraestructura, sino de calidad educativa.
Los niños y jóvenes que viven en estas zonas sufren la consecuencia.
Al no tener escuelas cercanas, deben recorrer largas distancias.
Esto afecta su aprendizaje, asistencia y rendimiento escolar.
Y retrasa los avances que se esperan en materia educativa.
El Ministerio de Educación ha prometido revisar los contratos viejos.
También busca retomar los proyectos más avanzados cuanto antes.
No obstante, aún no hay fechas exactas para reiniciar las obras.
Tampoco se ha publicado un plan oficial para resolver la situación.
Llamado urgente a las autoridades
Padres, docentes y líderes comunitarios claman por acción inmediata.
Piden al Gobierno asumir con seriedad este problema nacional.
La terminación de estas escuelas no puede seguir en espera.
Se trata de un derecho fundamental que debe ser garantizado.
Mientras más tiempo pase, mayor será el deterioro de estas edificaciones.
Y más difícil resultará cumplir con la demanda educativa actual.
Las escuelas sin terminar son un reflejo del abandono institucional.
Y un llamado de atención que las autoridades no pueden ignorar.
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