Dary Terrero
El esperado concierto del artista colombiano Beéle, realizado este domingo en Caribbean Lake Park, Punta Cana, terminó dejando una estela de críticas y quejas por parte del público debido a serios problemas de organización.
Desde tempranas horas de la noche, los asistentes comenzaron a reportar dificultades para ingresar al recinto, señalando falta de control en las entradas y una logística deficiente que generó desorden generalizado.
A través de las redes sociales, múltiples usuarios expresaron su molestia y compartieron videos del caos, evidenciando empujones, gritos, boletas defectuosas y personas saltando las vallas para poder entrar al concierto.
Fallas graves en el control de acceso
Uno de los principales focos de crítica fue el sistema de escaneo de boletas. Muchos de los tickets presentaron errores al momento de ser verificados, lo que generó retrasos y una fila desorganizada sin personal suficiente que ofreciera orientación.
Ante la falta de una estructura clara en el acceso, se formaron tumultos que rápidamente escaparon del control de los encargados de seguridad.
Varios asistentes denunciaron que fueron empujados y aplastados en medio del caos.
Algunos decidieron, por desesperación, brincar las vallas de seguridad para poder ingresar, mientras otros se marcharon sin lograr entrar, pese a haber pagado sus entradas.
Golpes y frustración empañaron el espectáculo
A medida que pasaban las horas, la situación no mejoraba. Se registraron incidentes físicos entre algunos de los presentes, lo que elevó la tensión en el lugar.
Videos publicados en Instagram y otras plataformas muestran forcejeos y discusiones entre personas que luchaban por entrar.
Varias influencers que asistieron al evento también manifestaron su descontento.
Las cuentas @ActivateConLosFamosos y @SemiPopi publicaron mensajes criticando la desorganización y advirtieron que no volverían a participar en eventos gestionados por los mismos organizadores.
Beéle cumplió con su show, pero el daño ya estaba hecho
Pese al desorden previo, el concierto de Beéle se llevó a cabo tal como estaba programado.
El artista subió al escenario ante una multitud que, aunque logró ingresar, no dejó de expresar su indignación por la forma en que fue tratado el público.
El espectáculo incluyó los éxitos más conocidos del cantante, quien agradeció a sus fanáticos por su apoyo.
Sin embargo, ni la música logró borrar la experiencia negativa vivida por muchos.
Lo que debía ser una noche memorable terminó empañada por la improvisación y falta de organización.
El evento, que tenía la intención de consolidar a Caribbean Lake Park como una plaza clave para grandes conciertos, podría sufrir consecuencias a nivel de reputación.
Llamado a mayor responsabilidad en la producción de eventos
Ante lo ocurrido, muchos usuarios exigieron a las autoridades y a los organizadores asumir responsabilidad.
También se planteó la necesidad de implementar protocolos más rigurosos de seguridad y logística para garantizar una experiencia adecuada en este tipo de espectáculos.
Eventos masivos como el concierto de Beéle requieren planificación detallada y personal capacitado para manejar grandes cantidades de público.
La experiencia del domingo sirve de advertencia sobre los riesgos que implica improvisar en eventos de alta convocatoria.
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