Dary Terrero Noticias
Portada » Candidaturas Independientes preocupan sistema de partidos

Candidaturas Independientes preocupan sistema de partidos

La sentencia TC/0788/24, del Tribunal Constitucional dominicano, que impone al Congreso Nacional una nueva redacción de los artículos 156 y 157 de la Ley No. 20-23, Orgánica de Régimen Electoral, ha despertado el interés de los partidos políticos. Contrario a casos de temas de interés general, que no logran el consenso del liderazgo partidario, en este caso el miedo los ha unido.

Los partidos manifiestan temor por las fuentes de financiamiento de las candidaturas independientes y, cual clarividentes, hablan de la posibilidad de que el narcotráfico pueda patrocinar a candidatos. Su preocupación podría ser legítima, pero deben dejar su “ingenuidad” porque la población sabe que los espacios de tolerancia al narcotráfico están en partidos políticos, especialmente en los que tienen posibilidad de alcanzar el poder, que han gobernado o gobiernan.

Es poco probable que líderes o activistas sociales, con vocación de servicio, se involucren en narcotráfico y sus métodos. Sin embargo, políticos partidistas, cuyo objetivo es el poder por el poder, servirse del erario para garantizar su retiro con cuartos y amantes de la buena vida, son proclives a dejarse seducir por la corrupción en sus diferentes modalidades.

Las candidaturas independientes, lejos de ser un problema para la democracia, vienen a contribuir con el pluralismo social de la política e influir para que los partidos políticos, que en las últimas décadas se han convertido en asociaciones con fines de lucro, se reencuentren con su verdadero sentido ya que han pasado de plataformas de ejercicio democrático a espacios de enriquecimiento económico de quienes integran anillos de poder y sean incapaces de discernir entre su propio bienestar y el futuro del país. La preocupación del sistema de partidos por las candidaturas independientes cobra más sentido cuando se sabe responsable del círculo vicioso en que hemos vivido y de los males que por décadas permanecen irresolutos en el país.

Las prácticas de corrupción, tráfico de influencia, abuso de poder, manipulación de procesos internos de los partidos y el chantaje sistemático a los que tienen criterio de independencia son, precisamente, los factores que fortalecerán las candidaturas independientes, que dejarán de tener sentido solamente cuando los partidos respeten los derechos de su afiliados.

Las candidaturas independientes, más que creerse que recibirían dinero de fuentes ilícitas, demostrarán que para ser candidatos y ganar elecciones no hay que tener dinero, sino contar con el reconocimiento de su comunidad. La oportunidad que tendrán instituciones cívicas y sociales de someter candidaturas genuinas al escrutinio del electorado obligará a los adinerados a competir con lideres de base social a fuerza de propuestas de soluciones a los problemas puntuales de las comunidades.

El país tendrá la oportunidad de tener, por un lado, candidatos salidos de las entrañas del barrio y apoyados por el barrio, como el hijo de machepa, enfrentando en la arena a los que aparecen cada cuatro años a ponerle precio al voto y a la dignidad de la gente. Otra vez los líderes forjados a base de calor y golpes de la vida relucirán y los pseudo dirigentes construidos a base de recursos de cualquier procedencia, quedarán evidenciados.

Las candidaturas independientes obligarán a los partidos a respetar la regla de la democracia y practicar la transparencia en los procesos internos. Ellas no son un problema, son la otra forma de trabajar por la democracia y de ejercer el derecho de elegir y ser elegibles consagrado en la Constitución y manipulado por los partidos a su antojo para favorecer a quines responden a determinados grupos hegemónicos.

No deja de llamar la atención que los partidos políticos quieran regular las candidaturas independientes cuando no han logrado democratizarse a lo interno y el amiguismo, las tendencias y la exclusión siguen siendo la regla para controlar y secuestrar los procesos en favor de los intereses de los afortunados y bendecidos por grupos en esas organizaciones.

Los partidos, en vez de afanarse por la suerte de las candidaturas independientes deberían ocupar su tiempo y talento para analizar por qué la abstención en las pasadas elecciones superó el 46% de del padrón electoral y buscar las razones que provocan la desconfianza hacia ellos. Deben, además, preguntarse por qué ciudadanos no ingresan a los partidos o los detestan y así entender que las candidaturas independientes vienen a aumentar la participación de personas en procesos electorales desde plataformas horizontales, democráticas y apegadas a intereses sociales; contrario a los partidos donde las cúpulas son las dueñas e imponen sus reglas de juego.

¡No hay que temer!

Bunel Ramírez Merán

Bunel Ramírez Merán

Agregar comentario