El peregrinaje anual a La Meca ha cobrado la vida de más de mil personas este año debido a las extremas temperaturas registradas. Según un recuento actualizado, la cifra de fallecidos ha alcanzado los 1.081, con más de la mitad de ellos siendo peregrinos no registrados.
El nuevo balance incluye a 58 egipcios adicionales, elevando a 658 el número de peregrinos egipcios fallecidos. De estos, 630 estaban en situación irregular, ya que el reino saudí distribuye visados anualmente basados en un sistema de cuotas por país.
En total, alrededor de diez países han reportado muertes durante la peregrinación, conocida como Haj, que es uno de los cinco pilares del Islam. La peregrinación, cuyo calendario se basa en el calendario lunar islámico, ocurrió este año durante el verano, cuando las temperaturas alcanzaron máximas de 51,8 grados Celsius (125 grados Fahrenheit) en la Gran Mezquita de La Meca.
Muchos peregrinos intentan realizar el Haj a través de canales irregulares debido a los altos costos de los permisos oficiales. Las autoridades saudíes han expulsado a cientos de miles de peregrinos no registrados, pero muchos aún participaron en los ritos principales. Estos peregrinos no oficiales eran más vulnerables al calor extremo ya que no tenían acceso a los espacios con aire acondicionado proporcionados por las autoridades saudíes para los peregrinos autorizados.
Un diplomático árabe señaló que la principal causa de muerte entre los peregrinos egipcios era el calor, que exacerbaba problemas de hipertensión y otras condiciones preexistentes. Además de Egipto, países como Malasia, Pakistán, India, Jordania, Indonesia, Irán, Senegal, Túnez y la región autónoma del Kurdistán iraquí también han reportado muertes, aunque muchas veces no especificaron la causa.
El centro meteorológico nacional informó que el calor extremo provocó más de 2.700 casos de «agotamiento por calor» en un solo día. Mientras tanto, testigos informaron que los cuerpos de los fallecidos yacían al costado de la carretera en Mina, cubiertos con la tela blanca Ihram, hasta que llegaron los vehículos médicos.
A medida que el clima mundial se calienta, los científicos del clima advierten que tales tragedias podrían convertirse en algo común en el futuro. Las autoridades saudíes han implementado estrategias para mitigar el impacto del calor, como la construcción de zonas de sombra y el establecimiento de puntos de agua potable cada 500 metros, pero la situación podría empeorar a medida que aumentan las temperaturas globales.
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