El expresidente de Colombia, Álvaro Uribe Vélez (2002-2010), fue condenado este viernes a 12 años de prisión domiciliaria por los delitos de fraude procesal y soborno en actuación penal, en un fallo de primera instancia emitido por el Juzgado 44 Penal del Circuito de Bogotá.
La jueza Sandra Heredia dictó la sentencia de manera anticipada, antes de la lectura formal programada para las 14:00 horas (hora local), e impuso también al exmandatario una multa superior a los 3.400 millones de pesos colombianos, equivalentes a unos 822,000 dólares.
Inhabilitado por más de ocho años
Además de la pena privativa de libertad, la sentencia incluye una inhabilitación de más de ocho años para ejercer derechos y funciones públicas, lo que representa un duro golpe a la figura política de Uribe, quien aún mantenía influencia en sectores conservadores de Colombia.
Este caso marca un hecho histórico en la política colombiana: es la primera vez que un expresidente del país es condenado penalmente.
Caso por manipulación de testigos
La condena está relacionada con un proceso abierto en 2018 por supuestas maniobras de Uribe para influir en testigos que lo involucraban con grupos paramilitares.
Según la investigación, el exmandatario habría incurrido en fraude procesal al presentar información falsa y sobornado a testigos para modificar sus declaraciones ante la justicia.
Uribe siempre ha negado los cargos, y sus abogados adelantaron que apelarán la sentencia, insistiendo en que su defendido fue víctima de una persecución política. MÁS
Reacción política y legal
La decisión judicial ha generado una intensa reacción tanto dentro como fuera de Colombia. Sectores de la derecha han expresado su rechazo a la sentencia, mientras que organizaciones de derechos humanos y partidos de oposición la consideran una señal de fortalecimiento institucional y de independencia del poder judicial.
La defensa de Uribe tiene la opción de apelar ante una segunda instancia, lo que podría prolongar el proceso judicial por varios meses más, e incluso llegar hasta la Corte Suprema.
Uribe continúa en prisión domiciliaria
El expresidente, quien ya estuvo bajo arresto domiciliario en 2020 en el marco de este mismo proceso, seguirá cumpliendo la condena en su residencia mientras se desarrolla la apelación. No obstante, el fallo reafirma su condición de condenado por delitos que implican graves implicaciones éticas y políticas.
La figura de Uribe, ampliamente influyente durante las dos primeras décadas del siglo XXI en Colombia, queda severamente debilitada por esta condena, justo en momentos en que su partido político, el Centro Democrático, enfrenta una crisis de liderazgo y popularidad. EXTERNO








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