Dary Terrero
El presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, rechazó categóricamente las acusaciones de racismo en las políticas migratorias del país, calificándolas como «absurdas».
Las críticas provienen de Amnistía Internacional (AI), que ha señalado en varias ocasiones las supuestas violaciones a los derechos humanos en el trato hacia los inmigrantes haitianos.
Abinader aprovechó la ocasión para destacar la diversidad racial de la nación dominicana y exhortó a la organización a centrar su atención en la crisis que atraviesa Haití.
Diversidad racial de la República Dominicana
El mandatario dominicano resaltó que la población del país está compuesta mayoritariamente por personas de raza mixta.
Según Abinader, la gran mayoría de los dominicanos son mulatos, lo cual descalifica las acusaciones de racismo que, a su juicio, no corresponden con la realidad de la sociedad dominicana.
«Eso es absurdo, porque en la inmensa mayoría somos de raza mixta», declaró el presidente durante una rueda de prensa.
Abinader afirmó que la República Dominicana ha sido históricamente una nación inclusiva, en la que conviven diversos grupos raciales.
Al respecto, expresó su incomodidad con las críticas externas que señalan la política migratoria del país como racista, subrayando que estas acusaciones no tienen fundamento.
Llamado a AI para enfocarse en Haití
El presidente también aprovechó para hacer un llamado a Amnistía Internacional, sugiriendo que la organización debería dirigir sus esfuerzos hacia la situación de Haití.
Abinader hizo un fuerte énfasis en la necesidad de una intervención para pacificar y estabilizar al país vecino, que atraviesa una crisis política y social de gran magnitud.
«Amnistía lo que tiene que hacer es trabajar y hacer lo que tiene que hacer, y ser un vocero a favor de pacificar Haití», puntualizó el mandatario.
Para Abinader, Haití es el verdadero foco de atención en la región, y la comunidad internacional debe concentrarse en encontrar soluciones que contribuyan a mejorar las condiciones de vida de su población.
En su opinión, los esfuerzos por mejorar la situación de Haití son esenciales para lograr una estabilidad regional duradera.
La complejidad de las relaciones con Haití
Las relaciones entre la República Dominicana y Haití han estado marcadas por una serie de desafíos derivados de la migración, el comercio y la seguridad.
La crisis política y económica en Haití ha generado un aumento en el flujo de migrantes hacia territorio dominicano, lo que ha llevado al gobierno de Abinader a reforzar sus políticas migratorias.
El presidente ha reiterado en diversas ocasiones que su gobierno busca asegurar la soberanía nacional sin dejar de lado el respeto por los derechos humanos.
Sin embargo, ha señalado que las políticas migratorias deben ser ajustadas para proteger tanto a los dominicanos como a los migrantes que cruzan la frontera.
Reacciones internacionales ante las declaraciones
Las declaraciones de Abinader sobre el racismo y las políticas migratorias han provocado una amplia variedad de reacciones internacionales.
Mientras algunos sectores internacionales respaldan la postura del presidente, destacando la complejidad de la situación y la necesidad de abordar los problemas de manera integral, otros instan a la República Dominicana a revisar sus políticas migratorias y garantizar que se respeten los derechos humanos de los inmigrantes.
Amnistía Internacional, por su parte, ha reiterado su compromiso de monitorear la situación y trabajar con las autoridades dominicanas para lograr una solución justa.
La organización enfatizó su disposición para dialogar y colaborar en la creación de políticas que protejan los derechos de todas las personas, independientemente de su nacionalidad o raza.
Conclusión
Las declaraciones de Abinader reflejan la compleja situación que enfrenta la República Dominicana en términos de política migratoria y relaciones internacionales.
El llamado a Amnistía Internacional para que se enfoque en Haití destaca la urgencia de abordar la crisis de este país vecino, que afecta no solo a Haití, sino también a la estabilidad de la región.
La situación sigue siendo un tema crucial en la agenda del gobierno dominicano, que busca soluciones equilibradas para proteger tanto a los nacionales como a los migrantes.
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