Las rayas marineras resurgieron como una tendencia destacada en la moda. Diseñadores de renombre incorporaron este estilo en sus colecciones, presentando una variedad de prendas y accesorios.
En las pasarelas de París, Nueva York y Milán, las rayas dominaron las propuestas. Vestidos, blusas y pantalones mostraron combinaciones innovadoras de colores y tamaños.
Estilo versátil
El patrón de marineras, conocido por su elegancia y simplicidad, ofreció versatilidad. Los diseñadores jugaron con diferentes materiales y texturas para renovar este clásico.
Las celebridades y los influencers adoptaron rápidamente esta tendencia. Sus apariciones en eventos y redes sociales contribuyeron a popularizar aún más el estilo marinero.
Moda accesible
Las tiendas de moda rápida también abrazaron las marineras. Los consumidores encontraron una amplia variedad de opciones asequibles, permitiendo a todos sumarse a la tendencia.
Expertos en moda destacaron la capacidad de las rayas para adaptarse a distintas ocasiones. Desde looks casuales hasta atuendos formales, este patrón demostró su versatilidad.
Las marineras también influyeron en la moda masculina. Camisas y chaquetas con este diseño se volvieron populares entre los hombres.
El impacto de esta tendencia no se limitó a la ropa. Accesorios como bolsos, zapatos y sombreros con rayas marineras complementaron los looks.
El mensaje oculto de las rayas
Según “Las vestiduras del Diablo” de Michel Pastoreau, las telas rayadas son portadoras de un oscuro pasado, las rayas han servido en occidente como lenguaje y nos dan a entender un código oculto.
Históricamente se han utilizado las vestimentas con rayas para destacar un significado vergonzoso que toda la población entendía, las rayas señalaban a sus portadores como personas indeseables de bajo calado moral, enemigos de la corrección y del orden, como prostitutas, verdugos, criminales, leprosos, bastardos, saltimbanquis, payasos, brujas, presos, condenados a galeras, locos, judíos… incluso la figura del diablo era representada con rayas… seres rechazados socialmente, excluidos y marginados, que eran señalados por su vestimenta.
Tal vez por ello la naturaleza nos pone en alerta sobre aquellos animales cuya piel es rayada, como las serpientes o las avispas.
La combinación bicromática de los colores negro y blanco, rojo y negro, o amarillo y negro nos hacen saltar las alarmas de peligrosidad, digamos que la naturaleza nos ofrece una ley no escrita de peligro a través de las rayas.
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