El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, decidió no declarar como testigo en el juicio contra su esposa, Begoña Gómez.
Sánchez se acogió a una dispensa legal que le exime de testificar contra su cónyuge en el procedimiento judicial que investiga a Gómez por presuntos delitos de tráfico de influencias y corrupción.
El martes, Sánchez compareció en la residencia oficial de la Presidencia, Moncloa, ante el juez Juan Carlos Peinado.
Durante la comparecencia, el presidente notificó al juez que se acoge a la ley que protege a los cónyuges de declarar en contra de sus parejas en procedimientos judiciales.
Este evento marcó la primera vez que un presidente del Gobierno comparece como testigo desde la Moncloa.
El juicio contra Begoña Gómez surgió a partir de una denuncia del sindicato autodenominado Manos Limpias, con la participación de acusaciones de Vox y la organización ultracatólica Hazteoír.
Las acusaciones populares, lideradas por Vox, solicitaron la declaración de Sánchez para obtener información sobre las reuniones de Gómez con empresarios en Moncloa.
El juez desestimó la solicitud de Sánchez de declarar por escrito y los recursos presentados por la Fiscalía y la defensa de Gómez.
Estas partes argumentaron que la citación del presidente no aportaba utilidad ni justificación.
Sánchez y Gómez optaron por no declarar en el juicio, que sigue su curso sin la participación del presidente.
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