París, Francia.- Dos hombres besándose y ‘drag queens’ recreando una Última Cena destacaron en la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de París-2024.
Este evento, que buscó representar la diversidad y la inclusión, molestó a sectores de la extrema derecha francesa.
Artística y Provocadora
El momento más llamativo fue un cuadro titulado «Festividad», donde un grupo sentado a una mesa incluía célebres ‘drag queens’ como Nicky Doll, Paloma y Piche.
La puesta en escena de los juegos evocó la última cena de Jesucristo.
La DJ francesa Barbara Butch, conocida por su activismo feminista y lesbiano, musicalizó el desfile de modelos, entre ellas la mujer transgénero Raya Martigny, luciendo trajes de diseñadores emergentes.
Libertad y Expresión
En otra sección del espectáculo llamada «Libertad», el director artístico Thomas Jolly, quien ha compartido experiencias de acoso por su homosexualidad, presentó «Amores parisinos» en los juegos.
Este segmento mostró «un París donde el deseo se afirma y se expresa». La coreografía incluyó atuendos con colores arcoíris y culminó con un beso entre dos hombres y un trío amoroso.
Marion Marechal, eurodiputada francesa, criticó la ceremonia en redes sociales, describiendo los cuadros como extraños y criticando la inclusión de drag queens y una «propaganda woke».
Su reacción destacó la polarización sobre la representación de la diversidad en eventos públicos.
Conclusión y Significado
La ceremonia reflejó un París inclusivo y diverso, celebrando la libertad de expresión y el amor en todas sus formas.
A pesar de las críticas, muchos aplaudieron la valentía de los organizadores al abordar temas de relevancia social y celebrar la diversidad en una plataforma global.
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