Casi 4 Millones Visitaron la Estatua de la Libertad en 2023, pero Pocos Llegaron a su Corona

En 2023, casi cuatro millones de personas visitaron la Estatua de la Libertad, uno de los monumentos más icónicos de Nueva York y de Estados Unidos. Sin embargo, solo unos pocos tuvieron el privilegio de subir hasta su corona, y menos aún hasta la antorcha diseñada para alumbrar el camino a la Gran Manzana.

Lady Liberty y su Legado

Desde 1885, Lady Liberty ha vigilado el sur de Manhattan y la desembocadura del río Hudson. La estatua, con su distintivo color verde debido al óxido de cobre acumulado a lo largo de casi un siglo y medio, es la única inquilina de la Isla de la Libertad. Todos los días, un ferry descarga a 800 visitantes, quienes tienen aproximadamente dos horas para explorar y fotografiar la estatua y los alrededores.

Un Viaje Costoso y una Escalada Empinada

Para llegar a la Isla de la Libertad, los visitantes deben tomar un ferry cuyo viaje de ida y vuelta cuesta 31,50 dólares, incluyendo una parada en Ellis Island, hogar del Museo de la Inmigración. Subir hasta la corona de la estatua es un privilegio reservado para 500 personas al día, quienes deben escalar 162 peldaños por una empinada escalera. Conseguir uno de estos cupos puede requerir meses de espera, aunque solo cuesta 30 centavos de dólar adicionales.

La Experiencia en la Corona

La experiencia de llegar a la corona puede ser decepcionante para algunos, ya que los peldaños no llegan al exterior de la estatua. En su lugar, una pequeña plataforma interior permite que hasta ocho personas coincidan brevemente para mirar por los estrechos ventanucos de la corona. La antorcha, por otro lado, ha estado cerrada al público por más de un siglo y solo el personal de mantenimiento tiene acceso a ella.

Ingeniería de Eiffel

Subir a la corona ofrece la oportunidad de observar la estructura interna diseñada por el ingeniero Gustave Eiffel, quien también diseñó la Torre Eiffel en París. El armazón de hierro original, ahora de acero inoxidable, sostiene una estatua de cobre de 93 metros creada por el escultor Auguste Bartholdi. Las láminas de cobre son tan delgadas que, desde la corona, se puede sentir el viento meciendo la estatua en días de vientos moderados.

Gestión del Servicio Nacional de Parques

La Estatua de la Libertad es gestionada por el Servicio Nacional de Parques (SNP), que también administra otros 450 lugares en todo el país, como el Gran Cañón del Colorado y el Monte Rushmore. Jerry Willis, jefe de relaciones públicas del SNP, destaca la importancia de comprender el legado y la historia de la nación, y junto a su equipo, vigila y mantiene la seguridad y preservación del monumento.

La visita a la Estatua de la Libertad sigue siendo una experiencia única y emotiva, ofreciendo no solo una vista impresionante, sino también una conexión con la historia y los valores de Estados Unidos.