Los precios de la ropa y el calzado en la República Dominicana han experimentado una tendencia a la baja en los últimos cinco años, según los informes sobre la inflación publicados mensualmente por el Banco Central. En mayo de 2024, el índice de precios al consumidor (IPC) reveló una disminución de -0.06% en este sector, marcando una continuidad en la caída de precios observada desde mayo de 2020.
El mercado dominicano se encuentra saturado de ofertas de ropa y calzado importados en modalidad de pacas, que son lotes de prendas de vestir vendidas en grandes cantidades, generalmente de segunda mano o excedentes de inventario. Este fenómeno ha hecho que los precios sean extremadamente accesibles, permitiendo a las mujeres adquirir vestidos por 300 pesos y a los hombres, camisas por 200 pesos.
Además, ha habido un cambio de mentalidad entre los consumidores, especialmente entre las mujeres, que ahora presumen de conseguir ropa a precios bajos. Este cambio ha impactado negativamente a las boutiques de lujo, que han visto disminuir su clientela.
Otro factor que ha influido en la caída de los precios es la popularidad de Shein, el gigante chino de comercio electrónico, que ofrece moda rápida a precios bajos. Sin embargo, esta tendencia podría verse afectada si el Gobierno implementa un monotributo de dos dólares por cada paquete de courrier con un valor menor a 200 dólares.
Los informes del IPC muestran una tendencia constante de reducción en los precios de la ropa: en mayo de 2023 la disminución fue de -0.01%, en 2022 se registró un leve aumento del 0.06%, en 2021 no hubo variación, y en 2020 la caída fue de -0.01%. Estos datos destacan una situación única, donde los precios de la ropa han bajado consistentemente a pesar de las amenazas de inflación de dos dígitos, especialmente en el contexto de la recuperación post-pandemia.
Este desplome en los precios de la ropa y calzado plantea un escenario complejo: mientras ofrece oportunidades de compra accesible para los consumidores, también supone desafíos significativos para los comerciantes locales y el comercio formal de vestimentas.
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