El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, anunció este martes el fin oficial de lo que denominó la “Guerra de 12 días”, conflicto armado que enfrentó a su país con el Estado de Israel, al que acusó de haber iniciado las hostilidades y calificó de “país terrorista”.
Irán se atribuye el cese del conflicto
En un mensaje televisado desde Teherán, el mandatario iraní afirmó que fue la República Islámica la que decidió poner fin al conflicto, asegurando que actuó con “contención estratégica” para evitar una escalada mayor que pudiera arrastrar a toda la región de Medio Oriente a una guerra a gran escala.
“Esta guerra fue impuesta a nuestro pueblo por una entidad que ha violado sistemáticamente el derecho internacional. Hemos demostrado al mundo nuestra fuerza y, al mismo tiempo, nuestra voluntad de paz”, declaró Pezeshkian, quien asumió la presidencia tras las recientes elecciones anticipadas.
Acusaciones mutuas y tregua frágil
El anuncio de Irán llega un día después de que Israel comunicara el cese de sus operaciones militares tras “neutralizar las amenazas balísticas y nucleares” de Teherán.
Sin embargo, las tensiones se mantienen, pues Israel denunció nuevas violaciones del alto el fuego tras interceptar drones y misiles en su espacio aéreo.
Pese a las declaraciones de ambos bandos, la comunidad internacional observa con cautela la situación, ya que aún no se ha firmado un acuerdo definitivo de paz y los ataques recientes en zonas como Beerseva y el norte de Irán mantienen encendidas las alarmas.
Reacciones internacionales
Organismos multilaterales como la ONU y la Liga Árabe han pedido la desescalada total y el inicio de conversaciones formales que eviten futuras confrontaciones.
Por su parte, Estados Unidos —a través del presidente Donald Trump— también ha pedido respeto al alto el fuego, luego de haber mediado en la tregua bilateral.
Trump expresó su decepción por los últimos ataques y exhortó a ambas naciones a “honrar los compromisos asumidos para evitar más muertes inocentes”.
Irán insiste en defensa legítima
El mandatario iraní defendió las acciones militares de su país como un acto de “defensa legítima” frente a los ataques israelíes que, según dijo, incluyeron incursiones aéreas sobre zonas civiles y objetivos estratégicos clave, incluyendo instalaciones nucleares y centros de comando.
“La República Islámica ha dejado claro que no busca la guerra, pero no dudará en defender su soberanía si es atacada de nuevo”, sostuvo Pezeshkian.
Pérdidas humanas y daños materiales
La “Guerra de 12 días” dejó al menos 80 muertos, entre civiles y militares, y causó severos daños a infraestructuras críticas en ambas naciones.
Hospitales, plantas energéticas y centros de investigación fueron alcanzados por bombardeos, mientras millones de personas se vieron obligadas a buscar refugio ante la incertidumbre.
Aunque no se ha publicado una cifra oficial de desplazados, medios locales informan que miles de ciudadanos en Irán e Israel continúan fuera de sus hogares.
El camino hacia la estabilidad
Con la declaración oficial del fin del conflicto por parte de Irán, ahora la atención se centra en si ambas partes estarán dispuestas a iniciar un proceso de reconstrucción diplomática o si, por el contrario, solo se trata de una pausa temporal en una guerra más amplia.
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas tiene previsto sesionar en los próximos días para evaluar la situación en Medio Oriente y proponer mecanismos de monitoreo de la tregua.
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