Dary Terrero
El presidente Luis Abinader reclamó este lunes una respuesta urgente de la comunidad internacional ante la proliferación del sargazo en el Caribe, una crisis que —según advirtió— ya no es estacional, sino estructural, y que amenaza con causar pérdidas millonarias en turismo, pesca y salud pública.
Durante su intervención en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC3), celebrada en Niza, Francia, el mandatario dominicano pidió a la Asamblea General de la ONU que reconozca la situación como una emergencia regional que exige acción coordinada.
Sostuvo que el fenómeno ya ha tenido un impacto económico severo en la región y que solo una alianza multilateral podrá mitigar sus efectos más devastadores.
Hasta un millón de toneladas de sargazo podrían llegar
Luis Abinader informó que este año podrían arribar entre 0.62 y 0.93 millones de toneladas métricas de sargazo a las costas dominicanas, y advirtió que en un escenario extremo esa cifra podría superar el millón.
Esto representa un peligro inminente para sectores clave de la economía dominicana como el turismo y la pesca.
“La acumulación masiva de sargazo genera afectaciones directas a las playas, destruye hábitats costeros y daña la imagen turística del país, lo que se traduce en millones de dólares en pérdidas anuales”, precisó.
Medidas locales y metas internacionales
El mandatario resaltó que República Dominicana ha tomado acciones concretas para proteger sus ecosistemas marinos.
Mencionó que el país ya ha resguardado el 30% de su territorio marino, cumpliendo una meta establecida en el Marco Global para la Diversidad Biológica de Kunming-Montreal.
Además, anunció la creación de una Estrategia Marítima Nacional que integrará todos los esfuerzos para una gestión sostenible del mar, junto a una Plataforma Nacional de Datos Oceanográficos de libre acceso.
Comunidades costeras, tecnología y resiliencia
En su discurso, Abinader defendió que las comunidades costeras deben ser protagonistas en la defensa del océano.
Aseguró que el gobierno promueve la acuacultura sostenible, sistemas acuapónicos y una pesca responsable que genere ingresos sin agotar los recursos naturales.
También comunicó que se trabaja en un Manual Nacional para la construcción de infraestructuras costeras resilientes al cambio climático.
Este instrumento técnico será clave para evitar que las obras en zonas costeras causen más daño que beneficio al medio ambiente.
Justicia oceánica y equidad en el acceso a recursos
Abinader advirtió que los países en desarrollo no pueden proteger lo que no pueden vigilar.
Por eso, llamó a una arquitectura financiera global que permita el acceso equitativo a tecnología, financiamiento e innovación para enfrentar los desafíos marítimos.
Respecto al tratado global sobre plásticos y al acuerdo de biodiversidad en áreas fuera de jurisdicción nacional (BBNJ), el presidente dominicano insistió en que deben aplicarse con justicia y responsabilidad, considerando las realidades de las economías más pequeñas.
El llamado: actuar antes que sea tarde
Luis Abinader concluyó su ponencia recordando que el océano conecta al mundo entero y que su fragilidad exige acción colectiva inmediata.
Reafirmó el compromiso del país con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 (Vida submarina) y con la Agenda 2030.
“El mar Caribe, fuente de vida y sustento, no puede seguir pagando el precio de la indiferencia global. Actuar hoy no es una opción, es una obligación histórica”, finalizó.
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