Este 6 de junio se cumplen tres años del asesinato del ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Orlando Jorge Mera, un hecho que estremeció al país y dejó al descubierto fallas graves en la seguridad institucional.
El crimen fue perpetrado por Miguel Cruz, un empresario y amigo cercano de la familia Jorge, quien ingresó armado al despacho del ministro y le disparó a quemarropa en pleno horario laboral.
Un asesinato dentro del gobierno
La tragedia ocurrió en el corazón de una institución pública.
La noticia provocó indignación nacional, no solo por la pérdida de un alto funcionario, sino por la forma en que ocurrió el ataque: dentro de una oficina del Estado, a plena luz del día y sin que ningún protocolo lo impidiera.
Miguel Cruz, tras cometer el crimen, huyó al convento de la iglesia Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, donde fue entregado a las autoridades luego de una breve negociación.
Tensiones por temas ambientales
Aunque Cruz alegó diferencias personales, las investigaciones apuntaron a conflictos relacionados con permisos ambientales que le habrían sido negados.
Jorge Mera era conocido por su apego a la ley y por resistir presiones empresariales para favorecer proyectos que no cumplían con los requisitos establecidos.
Esa postura recta y su negativa a ceder ante intereses particulares crearon tensiones que, según el Ministerio Público, motivaron el ataque.
Justicia aún sin sentencia
Tres años después del asesinato, el juicio contra Miguel Cruz continúa abierto.
Pese a que el imputado guarda prisión preventiva, el proceso ha estado marcado por múltiples aplazamientos.
La familia Jorge Mera ha exigido públicamente una condena ejemplar, mientras sectores de la sociedad reclaman mayor agilidad judicial ante crímenes de alto impacto como este.
Un legado de firmeza y legalidad
Orlando Jorge Mera dejó una huella importante en la función pública. Fue un defensor del medioambiente, impulsor de políticas sostenibles y promotor del respeto institucional.
Desde su llegada al Ministerio en agosto de 2020, apostó por aplicar la ley sin distinción, lo que le ganó admiración, pero también opositores.
A nivel político, era una figura respetada en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), hijo del expresidente Salvador Jorge Blanco, exdiputado y dirigente con proyección. Su muerte truncó una carrera en ascenso.
Honores y memoria activa
Diversos sectores han recordado su legado con actividades conmemorativas en todo el país.
Reforestaciones, misas, nombramientos de parques y campañas educativas han servido para mantener vivo su compromiso con el medioambiente.
A tres años de su partida, Orlando Jorge Mera es recordado como un funcionario que defendió la legalidad y que pagó con su vida el precio de no ceder ante las presiones del poder.
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