Una escena alarmante quedó registrada en video en una estación de combustible ubicada en la avenida Frank Grullón, en San Francisco de Macorís, donde una mujer fue obligada por un hombre a subirse a un vehículo, mientras gritaba desesperadamente pidiendo ayuda.
En las imágenes, que se han difundido ampliamente en redes sociales, se aprecia cómo al menos una decena de personas presencian la situación sin intervenir.
A pesar de los evidentes gritos de auxilio de la víctima, nadie se acercó para socorrerla ni alertó a las autoridades en el momento.
El video, que ha causado indignación en la opinión pública, muestra cómo el hombre ejerce fuerza física sobre la mujer para introducirla al vehículo, mientras esta intenta resistirse.
Ella suplica con gritos desgarradores, pero quienes estaban presentes simplemente observan, o siguen con su rutina como si no escucharan nada.
Una sociedad paralizada ante la violencia
Este caso ha desatado una ola de cuestionamientos sobre el nivel de compromiso ciudadano frente a situaciones de violencia, especialmente contra las mujeres.
Usuarios de redes sociales expresaron frustración y decepción por la falta de acción de los presentes.
Organizaciones defensoras de los derechos humanos han reaccionado condenando lo ocurrido y haciendo un llamado urgente a fortalecer la educación ciudadana sobre cómo actuar ante casos de violencia en espacios públicos.
“No basta con grabar. La indiferencia es cómplice”, expresó una activista local que pidió preservar el anonimato, pero exigió una investigación inmediata.
Llamado a identificar al agresor
Aunque aún no se ha confirmado la identidad del hombre involucrado ni la relación con la víctima, el material audiovisual puede ser clave para las autoridades.
Diversas voces en redes sociales están exigiendo a la Policía Nacional y al Ministerio Público actuar de oficio para identificar al agresor y establecer si hubo privación ilegítima de libertad o violencia de género.
Hasta el momento, ninguna autoridad ha emitido un informe oficial sobre el incidente, aunque medios locales han confirmado que se han iniciado gestiones para ubicar a la mujer y garantizar su integridad física.
Indiferencia que duele
La pregunta que muchos se hacen es: ¿dónde quedó la solidaridad? ¿Cómo es posible que nadie actuara? El incidente pone en evidencia un problema profundo en la sociedad: el miedo a intervenir, la normalización de la violencia y la desconexión con el sufrimiento ajeno.
Líderes comunitarios y ciudadanos de San Francisco de Macorís están convocando a una jornada de reflexión y charlas sobre responsabilidad social y acción ante emergencias, con el objetivo de evitar que escenas como esta se repitan.
Este hecho no debe quedar en el olvido ni en la viralidad pasajera de las redes sociales. Es una llamada de atención para toda la República Dominicana sobre la urgencia de una cultura de protección y auxilio entre ciudadanos.
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