“Fui elegido sin tener ningún mérito”, proclamó el Papa León XIV durante la Misa de Inauguración de su Ministerio Petrino, celebrada en la Plaza de San Pedro.
Con estas palabras cargadas de humildad, el nuevo Obispo de Roma se presentó ante el mundo como un servidor dispuesto a caminar con los fieles “por el camino del amor de Dios”.
Más de 150,000 personas asistieron a esta histórica celebración eucarística, marcada por una atmósfera de solemnidad, esperanza y profundo sentido espiritual.
Desde su aparición en la “papamóvil”, recorriendo los sectores de la Plaza de San Pedro, León XIV fue recibido con vítores, aplausos y pañuelos blancos.
La emoción de los peregrinos reflejaba no solo la trascendencia del momento, sino también la expectativa que despierta su liderazgo en la Iglesia Católica.
Una homilía centrada en la fe y la alegría
Durante su homilía, el Papa expresó que asume su rol no como una figura de poder, sino como un hermano que desea ser siervo.
“Vengo a ustedes como un hermano que quiere hacerse siervo de su fe y de su alegría”, afirmó, en uno de los momentos más emotivos del acto litúrgico.
El mensaje de León XIV se centró en la necesidad de vivir la fe con alegría, promoviendo el perdón, la solidaridad y la construcción de puentes entre culturas y naciones.
Su discurso, breve pero contundente, trazó las líneas principales de lo que podría ser un pontificado orientado al acercamiento con las periferias y el servicio a los más vulnerables.
Participación de líderes y delegaciones internacionales
A la misa asistieron jefes de Estado, representantes diplomáticos y líderes religiosos de todo el mundo.
Entre ellos, una nutrida delegación de América Latina, región a la que el nuevo pontífice ha dedicado palabras especiales en sus primeras intervenciones.
La ceremonia también contó con la presencia del Colegio Cardenalicio, que lo eligió en cónclave la semana anterior, y de miles de sacerdotes y religiosos venidos de los cinco continentes.
El acto incluyó el rito de la imposición del Palio y el Anillo del Pescador, símbolos del inicio formal de su pontificado y de su unión con la Iglesia universal.
Compromiso con un mundo dividido
León XIV reiteró su deseo de trabajar por un mundo más justo y reconciliado.
Hizo un llamado a los líderes mundiales a priorizar el diálogo, la justicia social y el cuidado de la creación, causas que han cobrado centralidad en los últimos años dentro de la agenda eclesial.
Aunque su figura aún es relativamente nueva para muchos, las primeras impresiones destacan su tono conciliador, su cercanía y su capacidad de conectar con los fieles a través de gestos simples pero significativos.
El inicio de una nueva etapa
Con esta ceremonia, la Iglesia Católica abre una nueva etapa bajo el liderazgo de León XIV, cuyo pontificado comienza en un mundo marcado por conflictos, transformaciones culturales y desafíos globales.
Su elección ha sido recibida con entusiasmo por millones de fieles, quienes esperan que su ministerio sea signo de renovación, esperanza y servicio sincero al prójimo.
– MÁS
– EXTERNO
Agregar comentario