Dary Terrero
Los New York Knicks aplastaron a los Boston Celtics en un histórico partido que los devuelve a las finales de la Conferencia Este por primera vez desde el año 2000.
Con un marcador final de 118-90 en el Madison Square Garden, los neoyorquinos dominaron desde el primer cuarto, dejando sin respuestas a un equipo de Boston que lució irreconocible.
El equipo dirigido por Tom Thibodeau mantuvo un ritmo agresivo en ambos lados de la cancha, liderado por una actuación estelar de Jalen Brunson, quien anotó 36 puntos y repartió 9 asistencias.
Julius Randle, por su parte, agregó 24 puntos y 11 rebotes, consolidando la ofensiva de unos Knicks que no dejaron dudas sobre su superioridad.
Defensa asfixiante y ataque preciso
Los Celtics, ampliamente favoritos para muchos analistas, no encontraron su ritmo en ningún momento del encuentro.
Jaylen Brown fue el único jugador de Boston en alcanzar la barrera de los 20 puntos, mientras que Jayson Tatum estuvo limitado a apenas 13 unidades.
La defensa de Nueva York fue impenetrable. Con constantes dobles marcas y una presión alta, los Knicks obligaron a los Celtics a cometer 18 pérdidas de balón y lanzaron para apenas 38% de campo.
En contraste, los Knicks lucieron sólidos desde el perímetro, encestando 17 triples, muchos de ellos en momentos claves del encuentro que sofocaron cualquier intento de remontada.
Regreso tras 24 años de espera
Han pasado 24 años desde que los Knicks jugaron por última vez una final del Este. Aquel equipo liderado por Latrell Sprewell y Allan Houston llegó incluso a las Finales de la NBA, aunque cayó ante los San Antonio Spurs.
La generación actual ha revivido la pasión de una ciudad que anhelaba un retorno al protagonismo en la NBA. Las calles de Nueva York vibraron tras la victoria, y los fanáticos salieron en masa a celebrar el regreso de su equipo a la élite del baloncesto.
Próximo reto: las Finales del Este
El rival de los Knicks se definirá entre los Cleveland Cavaliers y los Milwaukee Bucks, quienes aún disputan su serie semifinal.
Independientemente del contrincante, Nueva York llegará con un impulso arrollador y la moral en su punto más alto.
Además del juego colectivo, la clave ha sido la profundidad del banquillo. Josh Hart, Donte DiVincenzo y Mitchell Robinson han ofrecido minutos de calidad que han hecho la diferencia en momentos decisivos.
Un nuevo capítulo en la historia de los Knicks
Con esta victoria, los Knicks no solo rompen una sequía de casi un cuarto de siglo, sino que se perfilan como un verdadero contendiente al título de la NBA.
Thibodeau, criticado en temporadas anteriores por su rigidez táctica, ha sabido reinventarse y guiar a un grupo joven pero disciplinado hasta esta etapa crucial del torneo.
La ciudad de Nueva York, conocida por su exigencia deportiva, finalmente tiene un equipo de baloncesto que la representa con orgullo, garra y talento.
Agregar comentario