Dary Terrero
Robert Francis Prevost, quien este 8 de mayo fue elegido Papa con el nombre de León XIV, mantiene una estrecha relación con la República Dominicana, donde ejerció como nuncio apostólico entre los años 2000 y 2004.
Durante ese tiempo, actuó como representante diplomático de la Santa Sede ante el Gobierno dominicano y como puente entre el Vaticano y la Iglesia local.
Su paso por el país caribeño marcó un momento clave en su trayectoria pastoral y diplomática, consolidando una conexión profunda con la región.
Misión diplomática y pastoral
En su rol como nuncio apostólico, Prevost asumió la responsabilidad de fortalecer los lazos entre la Santa Sede y las autoridades dominicanas, velar por la unidad doctrinal de la Iglesia y facilitar el nombramiento de obispos.
También tuvo la tarea de informar al Vaticano sobre la situación social, política y religiosa del país.
Además de cumplir con sus funciones diplomáticas, Prevost se mantuvo cercano a la feligresía dominicana.
Participó en misas, encuentros de formación y jornadas de reflexión junto a clérigos, religiosos y laicos.
Una figura respetada en la región
Durante sus años en República Dominicana, León XIV fue valorado por su actitud dialogante y su disposición a escuchar.
Supo mediar en momentos de tensión entre sectores eclesiásticos y políticos, buscando siempre la armonía y el respeto mutuo.
Su experiencia como misionero en América Latina y su paso por Santo Domingo forjaron su sensibilidad hacia las realidades sociales y espirituales del continente, una cualidad que muchos consideran clave en su elección como Papa.
Experiencia que trasciende
Tras su labor en RD, Prevost continuó ascendiendo dentro de la estructura eclesiástica.
Fue obispo en Perú y más adelante prefecto del Dicasterio para los Obispos, el organismo del Vaticano que asesora al Papa en la selección de los obispos del mundo.
Ese cargo, reservado para figuras de alta confianza y competencia, fue el último paso antes de su elección como sumo pontífice.
Su conocimiento de la Iglesia en América Latina y el Caribe fue determinante para posicionarlo como un candidato viable para el papado.
Un Papa con raíces caribeñas
La elección de León XIV como primer Papa estadounidense marca un hito histórico. Pero para muchos dominicanos, su figura no es nueva ni lejana.
Es un líder que conocen de cerca y con quien compartieron momentos clave de su vida religiosa.
Hoy, la Iglesia Católica inicia una nueva etapa bajo su guía. Y República Dominicana, que fue parte de su camino hacia el pontificado, observa con especial emoción el ascenso de un pastor que alguna vez caminó entre sus parroquias.
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