Dary Terrero
SANTO DOMINGO. – La persistente avería del Sistema de Aterrizaje por Instrumentos (ILS) en el Aeropuerto Internacional de Las Américas José Francisco Peña Gómez (AILA) ha comenzado a causar serias interrupciones en las operaciones aéreas del principal terminal del país.
El ILS es una tecnología de navegación crítica que guía a las aeronaves en sus aproximaciones finales cuando las condiciones meteorológicas dificultan la visibilidad, como ocurre durante la noche, con lluvia intensa o en presencia de niebla.
Redirecciones y cancelaciones afectan la conectividad
Desde que el sistema salió de funcionamiento, múltiples vuelos han sido cancelados o desviados a otros aeropuertos, principalmente hacia Punta Cana.
Esta medida, aunque preventiva, ha incrementado las dificultades tanto para las aerolíneas como para los viajeros.
La ausencia del sistema ha generado una disminución en la eficiencia de las operaciones del AILA, provocando retrasos y congestión en las rutas alternativas.
Además, las aerolíneas enfrentan mayores costos por combustible, personal y manejo logístico, lo que repercute en el servicio ofrecido a los usuarios.
Repercusiones económicas y de imagen
Las consecuencias de la inoperatividad del ILS van más allá de la simple logística. Empresarios del sector turismo y operadores de vuelos comerciales han advertido sobre las pérdidas económicas que esto implica, al tiempo que se deteriora la imagen del aeropuerto frente a operadores internacionales.
Expertos en aviación indican que un sistema ILS fuera de servicio por tiempo prolongado compromete la reputación de cualquier terminal aéreo moderno, especialmente uno que maneja un volumen alto de tráfico internacional, como el AILA.
La situación genera incertidumbre en la comunidad aeronáutica y plantea interrogantes sobre la capacidad de respuesta y mantenimiento de los sistemas críticos por parte de las autoridades competentes.
Exigen soluciones urgentes
Usuarios frecuentes del aeropuerto, pilotos y representantes de aerolíneas han expresado su preocupación ante la falta de una fecha clara para el restablecimiento del servicio.
Insisten en que debe priorizarse el reemplazo o reparación del ILS como un asunto de seguridad nacional.
Aunque las autoridades aeroportuarias han reconocido la situación, aún no se ha informado de manera oficial cuándo volverá a estar operativo el sistema.
Mientras tanto, el tráfico aéreo sigue operando con limitaciones que podrían agravarse con la entrada de la temporada de huracanes.
La necesidad de una respuesta técnica inmediata y efectiva se vuelve cada vez más urgente. El país no puede darse el lujo de mantener fuera de servicio una herramienta clave para garantizar aterrizajes seguros en uno de sus aeropuertos más estratégicos.
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