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Durante la gestión de Janel Ramírez en la Cámara de Cuentas, se completaron solo tres auditorías de un total de 225 como.
Esto ocurrió pese a que se ejecutó el 70% del presupuesto anual asignado, equivalente a 100 millones de pesos dominicanos.
El resultado ha generado críticas y preocupación sobre la eficiencia del órgano fiscalizador durante ese período.
Actual administración asume responsabilidad pendiente
Las autoridades actuales reconocieron la baja productividad de la gestión anterior.
Informaron que los trabajos no concluidos están bajo su responsabilidad y que actualmente se encuentran en proceso.
Estas tres auditorías realizadas por el equipo de Ramírez formaron parte del informe de evaluación sobre educación presupuestaria.
Este informe fue el único entregado formalmente al Congreso Nacional en el marco de sus funciones constitucionales.
A pesar del bajo rendimiento, el presupuesto fue utilizado en un 70%, lo cual pone en duda la eficiencia del uso de los recursos públicos.
El nuevo equipo directivo ha prometido una transformación institucional profunda y acciones inmediatas.
Auditoría externa garantizará transparencia
Para cumplir con los requerimientos constitucionales, la Cámara de Cuentas será sometida a una auditoría externa.
La revisión independiente es un requisito clave para validar los informes entregados al Congreso Nacional.
Con esta medida se busca reforzar la transparencia y recuperar la confianza ciudadana en el órgano auditor.
La nueva administración insiste en que no habrá impunidad para las fallas del pasado.
Además, se han iniciado los procedimientos necesarios para revisar la gestión anterior de forma objetiva y técnica.
Emma Polanco, miembro del nuevo equipo, destacó que en apenas ocho días ya han trazado un plan de acción.
Este plan contempla la ejecución de auditorías en varias instituciones públicas.
La iniciativa forma parte del relanzamiento de la Cámara de Cuentas y busca corregir las fallas del pasado.
Relanzamiento con enfoque en resultados
El plan de auditorías será aplicado con criterios técnicos y plazos definidos.
Su objetivo principal es evaluar el uso del dinero público y fortalecer la rendición de cuentas.
El nuevo enfoque de trabajo se centra en resultados medibles y cumplimiento institucional.
La transparencia, la eficiencia y la rendición de cuentas son los pilares del relanzamiento.
También se fortalecerá la comunicación con la ciudadanía para mejorar la percepción pública.
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