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Desde hace varios años, el Centro Educativo Don Bosco, situado en el municipio de Moca, provincia Espaillat, enfrenta una preocupante situación estructural.
Uno de sus edificios se encuentra visiblemente deteriorado, lo que representa una amenaza directa para alumnos, docentes y personal administrativo.
Las condiciones del plantel educativo han empeorado con el paso del tiempo. Pedazos de paredes han caído, y las grietas en columnas y techos son cada vez más evidentes.
Las varillas expuestas en diferentes puntos del edificio y los agujeros en algunos pisos confirman el grave estado de la infraestructura.
Un entorno educativo en peligro
En este centro de estudios reciben docencia alrededor de 850 estudiantes. De ellos, unos 250 toman clases en el edificio que presenta el mayor nivel de deterioro. La situación ha causado preocupación entre padres, profesores y estudiantes.
La comunidad educativa ha alzado la voz para pedir soluciones urgentes. Temen que, de no actuar a tiempo, pueda ocurrir una tragedia que luego todos lamenten.
Durante los días de lluvia, las filtraciones agravan los daños estructurales. El agua penetra por grietas en techos y paredes, debilitando aún más la estructura del inmueble.
Autoridades conocen el problema
Según denuncias de algunos padres y maestros, las autoridades educativas han sido informadas en múltiples ocasiones. Sin embargo, la situación continúa igual, sin que se haya tomado una medida concreta para intervenir el edificio afectado.
La directora del centro ha manifestado su inquietud en varias reuniones. Ha solicitado la intervención del Ministerio de Educación para garantizar la seguridad de los estudiantes que reciben clases allí.
En varias ocasiones, miembros de la comunidad han realizado jornadas de limpieza y mantenimiento básico. No obstante, estos esfuerzos resultan insuficientes ante la magnitud del daño estructural.
Una amenaza constante para estudiantes y maestros
Las condiciones de algunos salones impiden el desarrollo normal de las clases. Hay aulas con techos agrietados, filtraciones de agua y pisos con desniveles o huecos peligrosos.
Algunos maestros se han visto obligados a reubicar a sus estudiantes o a improvisar espacios para impartir sus asignaturas. Esta situación ha afectado la calidad del proceso educativo.
El temor de un colapso mantiene a muchos en constante tensión. Padres de familia han considerado retirar a sus hijos, mientras que otros solicitan una pronta solución antes de que ocurra una desgracia.
Llamado urgente a las autoridades
La comunidad educativa de Moca pide al Gobierno y al Ministerio de Educación que intervengan con rapidez. Exigen una evaluación técnica del edificio y una reparación integral que garantice un espacio seguro y digno para la enseñanza.
Los residentes del municipio aseguran que los estudiantes merecen aprender en ambientes adecuados. Consideran inaceptable que más de 250 niños y jóvenes estén expuestos diariamente a un posible accidente.
Esta situación refleja la urgencia de mejorar la infraestructura educativa en muchas partes del país. Escuelas como el Centro Educativo Don Bosco necesitan atención inmediata para evitar consecuencias graves.
El llamado es claro: no se puede seguir ignorando esta amenaza. Los estudiantes necesitan un entorno seguro para desarrollarse, y es responsabilidad de las autoridades actuar sin más demora.
Dary Terrero
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