Dary Terrero
La tarde de este Viernes Santo estuvo marcada por la emoción y el dolor de decenas de personas que se acercaron a las inmediaciones de la discoteca Jet Set.
Con flores en las manos, retratos enmarcados y lágrimas contenidas, recordaron a los seres queridos que perdieron la vida tras el colapso del techo ocurrido el pasado 8 de abril.
El lugar, todavía rodeado por cintas amarillas y el silencio oficial sobre la investigación, se convirtió en un espacio de duelo colectivo.
Algunos rezaban en voz baja, otros simplemente miraban el edificio siniestrado, aún incrédulos por lo sucedido.
Entre los asistentes se encontraban padres, hermanos, hijos y parejas de las víctimas. Todos con el mismo propósito: rendir homenaje y exigir respuestas.
Recuerdo, indignación y silencio oficial
A pesar de que han transcurrido diez días desde la tragedia, las autoridades no han ofrecido un informe completo sobre las causas del derrumbe que cobró la vida de al menos cinco personas y dejó varios heridos.
Los familiares denuncian que no han sido contactados de forma directa por ningún organismo estatal y que todo lo que saben lo han conocido por medios de comunicación o redes sociales.
“Hoy vinimos porque nuestros muertos merecen respeto, y este sitio necesita convertirse en un símbolo de advertencia para que algo así no vuelva a ocurrir”, expresó una mujer que perdió a su hermano en el siniestro.
Rubby Pérez y el simbolismo del Jet Set
Aunque el popular merenguero Rubby Pérez no estuvo presente en esta visita conmemorativa, su nombre fue recordado por muchos de los asistentes, ya que fue él quien estaba programado para actuar la noche en que ocurrió el colapso.
Algunos incluso colocaron flores en la acera mencionando su nombre, como una muestra de que la cultura musical y el dolor colectivo están profundamente conectados en esta tragedia.
Los comentarios en redes sociales, bajo etiquetas como #TragediaJetSet y #RubbyPérez, siguen reflejando la indignación por el aparente deterioro estructural que ya había sido denunciado antes del colapso, según declaraciones recogidas por este medio.
Piden justicia y medidas concretas
Los dolientes no solo exigen justicia para sus familiares fallecidos, sino también medidas más rigurosas de inspección a centros nocturnos, auditorías estructurales y responsabilidades claras para los propietarios del lugar.
Algunos llevaban pancartas donde se leía: “No fue un accidente, fue negligencia”, y “Los muertos no hablan, pero nosotros sí”.
Este Viernes Santo se transformó así en un acto de duelo, pero también en una llamada de atención a las autoridades competentes, para que ninguna familia dominicana vuelva a pasar por el mismo dolor.
El Jet Set, ícono de la vida nocturna en República Dominicana, hoy es el centro de una de las tragedias más comentadas del año. Y quienes lo visitaron, aunque solo sea por unos minutos, dejaron claro que la memoria no se entierra con el silencio.
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