El conflicto en Haití sigue cobrando vidas debido al uso de drones explosivos por parte de las fuerzas de seguridad.
A pesar de los esfuerzos para contener las bandas armadas, estos ataques continúan sembrando terror en la población, dejando al menos 20 muertos en las últimas semanas.
La intervención de tecnología avanzada ha mostrado ser una opción para el gobierno, aunque los efectos colaterales, especialmente sobre civiles inocentes, han generado controversia.
La violencia en Haití se intensifica con esta nueva estrategia.
Los ataques aéreos con drones explosivos, si bien son efectivos contra los grupos criminales, han puesto en duda si este tipo de armamento es adecuado para la situación actual.
Los expertos temen que el impacto de estas tácticas pueda afectar a más personas que están fuera del alcance de las bandas.
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